ENTREVISTA

Construir modelos cooperativos y asociativos, desafiando la competitividad como única fuente de progreso

Sociedad 28/08/2021 Hora: 14:32
Construir modelos cooperativos y asociativos, desafiando la competitividad como única fuente de progreso
Construir modelos cooperativos y asociativos, desafiando la competitividad como única fuente de progreso

Tomás nos habla desde la escuela rural donde cursó la primaria, el secundario en Rivera, la Universidad del Sur, 35 años en el INTA de Bordenave trabajando en actividades vinculadas al suelo y nutrición vegetal, luego vino la jubilación y la maestría en Sociología, hecho que lo llevó más allá de la agronomía propiamente dicha, Tomás aborda el desarrollo rural con una mirada sociológica y empírica de quien vivió y vive como un verdadero hombre de campo.  

Desde SudOeste B.A. publicamos un artículo escrito por Tomás Loewy titulado “El Desarrollo será territorial o no será”; compartimos el link, (Argentina el desarrollo será territorial o no será) para quienes no lo hayan leído, a fin de que puedan acompañar y enmarcar los conceptos de esta entrevista. 

Tomás - En primer lugar, quiero agradecer a este medio por la idea y la gentileza de profundizar un artículo de divulgación, con cierto perfil académico. Esto muestra un interés especial hacia una mejor comunicación, aunque cada respuesta pueda dar lugar a nuevos escritos: así es el conocimiento y la ciencia. Como decía Voltaire «la duda es incómoda pero la certeza es estúpida»

Este párrafo inicial que nos brindó el entrevistado, lo agradecemos enormemente y atesoramos como fundamento para continuar trabajando en la comunicación día a día.

 

La Entrevista


SudOeste B.A. (SO)- «No pedimos un conductor que nos lleve a ninguna parte, necesitamos una idea colectiva».  Este fragmento claramente sienta postura sobre el mesianismo en Argentina y nos sugiere abstenernos: ¿Es posible esto en un país presidencialista? Además, remarca que «el pensamiento global, precede a la acción». Haciendo un viaje imaginario uno puede ver a Merkel, Putin, Trump (en su momento), Lula o Bolsonaro en la región, es decir, conductores, líderes fuertes. ¿Cree realmente que la Argentina no necesita uno?

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Tomás - Definitivamente no. El nuevo paradigma democrático no debe ser de conducción sino de participación; horizontal y no vertical; transversal y no sectorial. No importa quien tenga el poder, el poder es malo en sí mismo porque implica dominación: la autoridad y la ejemplaridad es lo que vale. Es opinable un sistema presidencialista, pero lo nuestro es hiperpresidencialismo. Por último, los liderazgos fuertes ya lo hemos experimentado, aquí y en el siglo XX, frecuentemente acompañados de personalismos, culto a la personalidad e ideologismo: los resultados están a la vista.

SO - Propone a la educación como pilar básico para el desarrollo, enfatizando la educación ambiental y la sostenibilidad agrícola como un corolario natural. ¿Cómo propiciar esos nuevos sistemas agrosociales, agroecológicos y aún agroindustriales, en defensa del consumidor, independientemente de la acción del mercado?  El nivel de consumo de un alemán o un estadounidense, por ejemplo, ¿a escala planetaria sería viable?  


Tomás - En el primer punto, la pandemia nos dejará dos encrucijadas: democracias versus autocracias y cambio global versus nuevos patrones de producción y consumo. Ambas son dramáticas, interdependientes y no opcionales. En lo ecológico, debemos promover una alta conciencia espacio-temporal muy abarcativa y una conciencia de especie, en beneficio de nuestra propia supervivencia. En definitiva, necesitamos ciudadanos planetarios y a ese punto se dirige -sin ser excluyente- la educación ambiental.


En la cuestión de incorporar nuevos sistemas se propone una transición hacia una ética del bien común y de los bienes comunes. Para propiciar eso, lo primero es descartar las visiones sectoriales y adoptar un enfoque sistémico y de complejidad. Hay que desmitificar la política agropecuaria:  lo que se requiere es una política nacional, que incluya lo agropecuario como parte sustancial del sistema país.


En la huella de carbono o consumo de un alemán o estadounidense, versus un latinoamericano, hay que considerar dos gastos energéticos. Esto se analiza en el metabolismo social que es la dinámica de la relación sociedad-naturaleza, por todo concepto. Nuestra alimentación se cuantifica como energía endosomática, pero lo que hace la gran diferencia son los consumos tecnológicos, logísticos, suntuarios, etc. y se conocen como energía exosomática. La biocapacidad planetaria esta excedida en un 50 % por el consumo de los países más desarrollados. Por eso se impone un cambio radical para viabilizar este mundo y, en ese caso se propone la sostenibilidad con toda su potencialidad transformadora.  

SO - Su propuesta en general propone una salida dentro del cooperativismo, la mutualidad y el asociativismo entre las personas. La crisis del cambio climático impone una nueva lógica de consumo basado en la sustentabilidad. En este marco la educación ambiental y cooperativa, la innovación de estrategias participativas, parecen ser al menos un camino a seguir. ¿Cómo abordamos este nuevo paradigma, transformador, con un intenso y constante bombardeo mediático y doctrinario del capitalismo individualista?

Tomás - El capitalismo ortodoxo exhibe ciertas contradicciones con la sostenibilidad y algunos aseguran que también con la democracia. Sin embargo, hay que distinguir a Europa y especialmente los países nórdicos, como un desarrollo muy interesante. Desde hace mucho existen evidencias científicas, por otra parte, de que la cooperación, la solidaridad y la simbiosis son superiores a la competencia, en la evolución de las especies. Esto incluye los humanos y una actualización, de este tema, nos remite a la investigadora Lynn Margulis. Por eso desde la acción local y ciudadana es posible construir modelos cooperativos y asociativos, desafiando la competitividad como única fuente de progreso. El componente social de la sostenibilidad contempla todos estos requisitos y merecería una discusión adicional. 

SO - A la idea inicial que Ud. bien plantea, le siguen métodos, estrategias y objetivos. Luego entran los actores sociales, la comunidad y el Estado, a través de sus políticas públicas. ¿Podremos empezar a mirar a largo plazo, como sociedad y desde lo político?  


Tomás - Esta es una pregunta clave. No solo tenemos que atender los distintos plazos, sino que, además, debemos gestionarlos a nivel multiescalar. Volvemos a la mirada espacio temporal, como substrato de cualquier estrategia. Para eso tenemos que abandonar falsas dicotomías y concertar políticas públicas, público-privadas, privadas y políticas de estado. Todas deben ser sinérgicas y rubricadas por la comunidad-objeto o la sociedad. En el caso de las políticas de estado, ellas deben responder a un proyecto de país. La pospandemia nos dejará frente a una gran bifurcación y dependerá de nuestra aptitud ciudadana acompañar el camino más promisorio, desde Argentina, para una sociedad mundo.

 

*Tomás Loewy, egresado de la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca) con el título de Ingeniero Agrónomo (1972) y Magíster en Ciencia del Suelo (1979). Entre 1973 y 2011 desarrolló su actividad profesional, como Investigador en Fertilidad del Suelo y Nutrición Vegetal, en la Estación Experimental de INTA Bordenave (Partido de Puan, Prov. de Buenos Aires). Hijo de agricultores inmigrantes, su infancia y parte de su juventud transcurrió en el medio rural. En 2012-2014 cursó las materias correspondientes a una maestría en Sociología. Actualmente aborda, académica y periodísticamente, el área de “desarrollo rural y sustentabilidad”. Paralelamente participa en emprendimientos locales, zonales o nacionales. 

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