El mar nos protege, Reserva Natural Islote de la Gaviota Cangrejera

Ambiente 12/11/2021 Hora: 15:40
El mar nos protege, Reserva Natural Islote de la Gaviota Cangrejera
El mar nos protege, Reserva Natural Islote de la Gaviota Cangrejera

Te propongo una aventura, un viaje, acompañame a recorrer el litoral marítimo de la provincia de Buenos Aires y así conocer las especies y las áreas naturales protegidas que estamos conservando.
Primero vamos a recorrer la Reserva Natural Islote de la Gaviota Cangrejera. Se encuentra dentro del Estuario de Bahía Blanca, en el sudoeste de nuestra provincia, a solo veinte minutos de navegación desde el puerto de Ingeniero White. En ella están las colonias reproductivas más numerosas de la gaviota  cocinera y de la gaviota cangrejera, esta última es una especie categorizada Vulnerable a la extinción.


Todavía recuerdo la primera vez que desembarqué en este islote, miles de gaviotas cocineras sobrevolaban en todas direcciones y formaban una cúpula que no dejaba ver el cielo, mientras sus  graznidos alertas acaparaban todos nuestros sentidos cumpliendo con su objetivo, alejar nuestra atención de sus nidos y pichones. Las gaviotas cangrejeras, en cambio, cuentan con una estrategia distinta de  protección de sus nidadas: forman colonias con nidos mucho más cercanos uno del otro y así generan una defensa más compacta, quedándose en ellos y realizando amenazas y llamadas de alerta con sus fuertes picos. Como uno suele humanizar a los animales, siempre las vi como unas madrazas y por este comportamiento son una de mis especies más amadas. Visitar esta área natural protegida te hace sentir dentro de un documental de la BBC del famoso conductor David Attemborough.
Para continuar con nuestro derrotero en el Estuario de Bahía Blanca, navegaremos por los canales y riachos de la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde. Sus geoformas recuerdan a los sistemas nerviosos neuronales o a las nervaduras de una hoja de un árbol. 


Sus islas prístinas, en su gran mayoría, conservan una buena muestra representativa de los arbustales
nativos, con especies como el palo azul y la zampa crespa, entremezclados con árboles como el molle,
el chañar y el caldén. En este ambiente, representado principalmente en las islas Zuraitas y Embudo, podemos encontrar a zorros, gatos monteses y pumas, así como a una importante población de guanacos.
Estos últimos animales guardan una genética única bonaerense, así como comportamientos y adaptaciones aprendidos de generación en generación en este ambiente marino tan hostil. Por
ejemplo, en las islas no hay ningún cuerpo de agua dulce, por lo que los animales solo obtienen este
preciado líquido durante las lluvias, a través de la vegetación o por el rocío acumulado de la mañana.
Además, están acostumbrados a cruzar nadando los canales desde las islas más elevadas hasta las
marismas —zona del intermareal vegetada— para alimentarse de las espartinas, similares a los juncos,
pero más emparentadas con las gramíneas del continente. Siempre hay un macho vigía cuidando a
la manada, al que se lo conoce como “relincho” y es el encargado de alertar a su grupo emitiendo fuertes
sonidos o enviando mensajes en clave con distintos movimientos de su cola.
Asimismo, al navegar entre las islas nos podremos encontrar con grupos familiares de dos especies de
delfines: el delfín nariz de botella, conocido por los lugareños como “feron”, que nos suele sorprender con su nado veloz y algún salto repentino; y el delfín franciscana, uno de los delfines más pequeños del mundo, cuyo nombre deriva del color marrón en su dorso, similar al atuendo de los monjes franciscanos.

En el año 2017 fue declarado Monumento Natural Provincial, siendo esta la máxima categoría de protección para una especie. Una de las experiencias más hermosas de mi vida fue un día cuando una madre con su cría se acercaron a nuestra embarcación y pudimos escuchar su respiración, ese típico resoplido similar al de las grandes ballenas.

Al adentrarnos más en el mar nos encontramos con la Isla Trinidad, la más grande de la provincia, donde hay un apostadero de lobos marinos de un pelo. En esta isla, al igual que en la Isla Wood y la Isla Ariadna, existen densos pastizales, médanos y extensas playas de arena, iluminadas al anochecer por el Faro El Rincón, alzado en la Península Verde como guía para los navegantes.


Son muchos los servicios ecosistémicos que estos ambientes marinos brindan a las comunidades aledañas
e incluso a las más alejadas. Por ejemplo, las islas, las marismas y los extensos cangrejales protegen a la costa de las fuertes tormentas que, de otra manera, la erosionarían. También son los lugares elegidos para el desove y la cría de muchas especies de peces y crustáceos de gran valor pesquero. Tengamos en cuenta, además, que el mar es fuente de alimento para más de mil millones de personas en todo el mundo y genera el 50 % del oxígeno que respiramos. Asimismo, absorbe alrededor del 30 % del dióxido de carbono producido por la humanidad, amortiguando los impactos del calentamiento global. Sin embargo, debido a un mal manejo de las pesquerías, más del 90 % de los grandes peces en el planeta tienen a sus poblaciones mermadas.
Y debido a la contaminación de los mares se estima que para el año 2050 habrá más plásticos en el mar que peces.
Frente a este panorama mundial las áreas naturales protegidas se cuentan dentro de las mejores herramientas para recuperar y restaurar estos ecosistemas. Su creación, ampliación e implementación efectiva es una de las prioridades propuestas como metas mundiales para la próxima década hasta el año 2030. En la provincia de Buenos Aires contamos con uno de los mejores Sistemas de Áreas Marinas y Costeras Protegidas de la Argentina.
Administrado por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), este sistema genera un efectivo corredor biológico para las especies migratorias, como por ejemplo para las aves playeras o para las tortugas marinas. En estas reservas naturales trabajamos diariamente en la fiscalización y el monitoreo del ambiente, en la educación y la difusión ambiental, en la asistencia a los grupos de investigación y en el manejo y el ordenamiento de las actividades humanas como el ecoturismo, la recreación o la pesca.

 

( Martín Sotelo: Guardaparque Inspector OPDS | Argentina - Ambiente en Diálogo) 

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