De La Pampa a Pehuen-Có: como nació la fábrica de alfajores artesanales Dulce Ani

Es la historia de Ani, una emprendedora que construyó su propia fábrica de "Alfajores Pehuen-Có" junto con la cafetería "Dulce Ani".

Turismo 11/04/2022 Hora: 08:51
De La Pampa a Pehuen-Có: como nació la fábrica de alfajores artesanales Dulce Ani
De La Pampa a Pehuen-Có: como nació la fábrica de alfajores artesanales Dulce Ani

Ana Lía Sotelo, más conocida como Ani, es emprendedora, y, con mucho esfuerzo, construyó su propia fábrica de alfajores, pastelería, chocolatería y pastelería artesanal Alfajores Pehuen-Có y la cafetería Dulce Ani, en el balneario Pehuen-Có, en el partido de Coronel Rosales, provincia de Buenos Aires. 

Ani y su compañero, Gabriel Kohan, vivían en Santa Rosa, La Pampa y tenían un emprendimiento muy conocido: Kiyen Witru, que en mapuche significa «luna de caldén”. Hacían y vendían escabeches, salames, jamones, paté, todo de la fauna regional: ciervo, jabalí, ñandú, llama, cerdo, así como también cosas dulces. 

En 2007 se pudieron escapar el fin de semana de Pascua y se fueron a pasar unos días a Pehuen-Có. “Teníamos que llevar mercadería a Bahía Blanca y Gabriel me dice: ¿por qué no nos vamos a Pehuen? Era un lugar chiquito y yo solo lo conocía de nombre. Estuvimos tres días y nos encantó, nos gustó mucho y dijimos que íbamos a volver”. 

En febrero de 2009 pudieron concretar esas vacaciones tan deseadas. “La noche previa a irnos, vamos a comprar un regalito y lo único que había era una feria de artesanos, con los mismos productos y las mismas producciones que encontrás en cualquier lugar”. Ellos buscaban algo del lugar, quizás algo dulce, quizás algo que de un solo bocado les hiciera recordar ese verano en Pehuen. 

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“Miré a Gabriel y le dije: ¿y si nos venimos a Pehuen-Có y hacemos alfajores?”. A Gabriel la idea le gustó. Al día siguiente, en la ruta, se pusieron a discutir el nombre del nuevo proyecto. Gabriel inmediatamente dijo Pehuen-Có y, aunque Ani se imaginaba la continuidad del emprendimiento de Santa Rosa, Kiyen Có, «la luna en el mar», «la luna en el agua», sabían que tenía que llamarse como el pueblo, para que la gente que buscaba lo mismo que ellos habían buscado, los encontrara con facilidad.

“La gente que va a ese lugar quiere llevarse algo que sea del lugar y en eso mi compañero tuvo razón”. Lo primero que hicieron cuando llegaron a Santa Rosa fue registrar la marca, aunque todavía no tenían nada, nada de nada. Pero el deseo, la ilusión y la luna en el mar eran muy fuertes. Lo iban a hacer. La decisión ya estaba tomada. 

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Nueve meses después, un 24 de noviembre de 2009 abrieron el local y empezaron los desafíos: iban y volvían de Santa Rosa a buscar cosas, mercadería, porque la fábrica estaba en la capital pampeana. Muchos años estuvieron así, hasta que pudieron comprar un terreno y empezaron a construir. 

Con el tiempo, también emprendieron en la costa con un bodegón, y les fue muy bien. Pero para que los proyectos funcionen, hay que ponerles mucho, mucho, más que mucho esfuerzo y corazón. Por supuesto que lograron lo que se habían propuesto. Pero el trabajo los dejaba exhaustos. Además, en 2017, Ani había abierto la pastelería y los dos emprendimientos los dejaban agotados. 

La llegada de la pandemia aceleró una decisión que estaba latente y decidieron cerrar el bodegón. La demanda de los alfajores empezó a crecer, Ani con el delantal puesto, trabajaba en sus dulces y Gabriel, pudo dedicarse a hacer lo que siempre había querido hacer: cerámica. 

A Ani se le agrieta la voz. Recuerda con felicidad, con cariño, con dolor y se refugia en su historia de amor. Gabriel falleció el 1 de enero de 2021, él ya estaba muy cansado y durante todo el 2020 se fue preparando y la iba a preparando a Ani para ese momento. Gabriel falleció y la vida de Ani cambió en un instante. 

Un éxito. El megaterio -animal prehistórico que habitó Pehuen-Có- de chocolate, ya un clásico de las Pascuas en la zona.

 

“Fue un punto de inflexión, de preguntarme cómo seguir. Tengo cuatro hijas, y él cuatro hijos. Somos una familia ensamblada muy grande. Y sus hijos me acompañaron y me acompañan mucho. Eso hace que no se haga tan difícil y seguí, seguí, me acomodé como pude y seguí”. Ani Sotelo

 

En Dulce Ani trabajan hoy nueve personas y la mayoría son mujeres. Ani es militante y «tamborera» feminista. Es parte de la Compañía BrubaBrújula y tienen todo un espectáculo y repertorio musical vinculado con la temática feminista. Ama lo que hace y piensa seguir haciéndolo. 

Ella quiere acompañar, quiere militar, quiere que se hablen de estos temas. Propuso en el local que se haga la Capacitación de la Ley Micaela porque sabe que hay temas que ya no se pueden naturalizar, que el feminismo se trabaja todos los días, con la palabra, con el trato, con el gesto. 

Para Ani, militar el feminismo es una cuestión ideológica, es una cuestión política y lo tiene muy arraigado en su vida. Ani milita por sus hijas, por sus nietas, por las mujeres que alguna vez salieron de sus casas y no volvieron. Ani denuncia, con la voz al viento, al mar, grita, canta, milita, todos los días con acciones concretas. 

Para todos los gustos. Vegano, de frambuesa; el clásico chocolate negro con merengues adentro, y blanco con dulce de leche.

 

“Ahora todo lo llevo sola. Pero tuve la suerte de tener un compañero sin egoísmos. Estuvimos 23 años juntos y aprendí mucho de él, a su lado, y aplico todo lo que aprendí. Se lo extraña mucho. Sigue acompañándome, yo noto mucho su presencia. Pero no es lo mismo. Lo extraño horrores”. Ani Sotelo

 

Ella siente la ausencia de Gabriel y elige seguir en Pehuen-Có. “Pehuen es magia, es tranquilidad, es tiempo y ese tiempo es maravilloso. Este lugar tiene cosas mágicas y me permitió crecer en lo personal, en lo afectivo, en lo emocional, con la pastelería y la chocolatería. Quería demostrarme que era capaz de emprender y llevarlo adelante y pude”. 

En Pehuen el tiempo avanza distinto, entre la pastelería, los alfajores, el delantal, los tambores, la música, la arena, el mar «y Gabriel, siempre Gabriel», Ani no baja los brazos y sigue. Sigue porque ella es así, porque esa es su personalidad, porque Dulce Ani es parte de ella, porque en Pehuen, Ani, encontró su lugar. 

Dulce Ani pertenece a los emprendedores de la Red de Turismo Rural del Centro-Sur de la Provincia de Buenos Aires.

La Red de Turismo Rural de la Provincia de Buenos Aires es la unión de pequeños y medianos productores agropecuarios y prestadores de servicios que ofrecen propuestas de turismo rural atendidas por sus propios dueños.

Se concentran en un mismo entorno geográfico ubicado en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires y están enmarcados por Cambio Rural, un Programa de gestión pública del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación que se co ejecuta con el INTA. 

 

(SudOeste B.A. con información de La Pampa Noticias)

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