Noveno arte

El último vuelo de Saint Exúpery de la mano de Hugo Pratt

Cultura 18/09/2022 Hora: 17:33
El último vuelo de Saint Exúpery de la mano de Hugo Pratt
El último vuelo de Saint Exúpery de la mano de Hugo Pratt

Por * Miguel Ángel Cortés

 

Es la belleza de la lectura. Conocer a otros aun sin fisicamente coincidir. Y en ello, entender, sentir, empatizar con el otro. Que las páginas sean espejo de nosotros mismos. De aquello esencial que es invisible. Hugo Pratt se da a la tarea no solo de conocer toda la obra, sino también la vida entera de Saint-Exupéry y con ello comienza también a adentrarse en su cabeza, en su persona. Crea entonces una historia; puente entre lo que pudo ser y el misterio que rodea la desaparición y consecuente fallecimiento del francés.

El último vuelo que versa y teoriza, más poética que históricamente, lo que pudieron haber sido los últimos seis minutos de trayectoria de aquel avión Lightning P 38 que sobrevolaba el Mediterráneo un lunes 31 de julio de 1944. El desierto. Los cielos despejados. La alucinación. El recuerdo. La melancolía.

Si acaso Saint-Exupery ya se hallaba exhausto a sus 44. Melancólico de aquella infancia cuasiperfecta. Casa materna enormísima; o que al menos así lo parecía en aquellos primeros años. Horas de juego interminables, aventuras rebosantes de imaginación, de lecciones que no hicieron más que matizar aquella sensibilidad y amabilidad para con el mundo y los otros, de observar el mundo siempre con bondad. Que acaso también fuere un problema en ocasiones, pues esto hizo que el aviador francés se sintiera frágil y poco capaz por momentos durante su vida.

Era entonces el piloto de guerra más viejo del mundo. Cerca estaba de perder por segunda vez sus alas. Tal vez fue su elección sin siquiera él mismo saberlo. Volar por siempre. Despedirse o desaparecer así.

Esta fue también una de las últimas obras de Pratt. El álbum consta de 80 páginas. Unas sesenta son cómic puro; anteceden otras, que son la investigación y presentación del italiano al desarrollar su obra. Son aquellas situaciones y momentos más trascendentes en la vida de Saint Exupery.

Cierto es que, por momentos el dibujo parece descuidado y existe un contraste entre el diseño de personajes y el de los aviones. Rumores dicen que Pratt pudo haber contado con ayudantes no reconocidos a la hora de desarrollar el arte del cómic pues, además del factor edad, en realidad no era muy bueno con el dibujo de vehículos. Cierto o no, eso queda en segundo plano. Para apreciar el arte de Pratt están las historias de su archirecontrafamoso Corto Maltés y demás obras creadas. Esta es más una historia de homenaje, de amistad, reconocimiento, empatía y cariño de autor a autor.

Sirve tener una idea clara y un conocimiento profundo sobre vida y obra de estos dos sujetos. Así se puede sorber delicadamente y meñique en ristre del néctar de esta obra. Su valor histórico y artístico. Pues es, como ya he dicho, el encuentro de dos grandes.

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Pero si no sabes absolutamente nada de estos dos fulanos europeos del siglo pasado, uno narigón y el otro con un vientre enorme, ojerosos ambos, no hay absolutamente ningún problema, pues al llegar aquí lo que sigue es puro descubrimiento. Bendita herramienta el internet para hoy día empaparse de información e ir hurgando más y más en historias y las historia detrás de estas.

Creo que no es error decir que la gran mayoría de la gente en el mundo que conoce El principito podría nombrar al autor. Pero esa pequeña obra es tan grande, tan famosa, ciertamente también tan explotada mercadológicamente, que todo lo demás que Antoine de Saint-Exupéry creó ha quedado relegado y sumergido, desperdigado en un mar profundo. Y con ello, su vida, su trayectoria como aviador, y su mítica y misteriosa desaparición.

Estas son algunas de las dichas de la lectura. No solo las historias por sí mismas, sino todo el contexto de sus creadores, las vidas, los contextos sociopolíticos y geográficos que permean en aquello que generan.

Volar desde un sofá y aterrizar siendo otros. Bon voyage.

 

 

(* Miguel Ángel Cortés para Comikaze.net)

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