La mina argentina que le provee litio a Elon Musk secó tierras fértiles; se descarta que Tesla instale una fábrica en el país
Tesla se abastece de carbonato de litio de un yacimiento del Salar del Hombre Muerto que utiliza agua dulce para el procesamiento. La extracción de agua del acuífero por parte de la empresa Livent (ahora Arcadium Lithium) terminó por secar la vega Trapiche, de donde bebían y se alimentaban animales de pequeños campesinos. Además, la empresa negó en 2022 la posibilidad de instalar una planta de vehículos, aunque no descartó una de componentes.
Por Alejandro Rebossio
No todo lo que brilla es oro ni litio. Tampoco el de Elon Musk. Su empresa de autos eléctricos, Tesla, se abastece en parte de litio argentino, del proyecto Fénix, en el Salar del Hombre Muerto, Catamarca, que utiliza para su procesamiento agua dulce y que ha secado ya una vega (una zona fértil y baja regada por el acuífero Trapiche) de la que bebían y se alimentaban animales de pequeños campesinos del lugar. A Tesla le interesa asegurarse el abastecimiento del mineral e incluso hasta no descarta aprovisionarse de partes en la Argentina, pero hay dudas de que planee instalar una fábrica de autos eléctricos aquí, como soltó esta semana el exvicepresidente Carlos Ruckauf, devenido comentarista prolibertario en televisión.
La empresa norteamericana que era responsable hasta fin de 2023 del proyecto Fénix, Livent, que este año se fusionó con la australiana Allkem y formaron Arcadium Lithium, tiene un acuerdo con Musk para proveerlo del insumo. Esta empresa admitió en noviembre pasado en un documento lo sucedido con la vega seca, la Trapiche, dependiente del acuífero del mismo nombre.
“Toda el agua que Livent utiliza en el Salar del Hombre Muerto se bombea desde fuentes muy aguas abajo o desconectadas de cualquier otra actividad humana o comunidad -detalla el documento-. La producción actual de Livent en Argentina utiliza agua del acuífero Trapiche. Es cierto que Livent construyó una pequeña represa hace muchos años, pero no hay comunidades aguas abajo de la represa. La represa es relativamente pequeña, mide aproximadamente 30 metros de largo y de 4 a 5 metros de alto. Aunque la represa creó una nueva reserva de agua dulce accesible para nuestros vecinos, y un nuevo ecosistema próspero, efectivamente redujo el segmento más alejado aguas abajo del arroyo antes de que, de otro modo, se hubiera secado al infiltrarse gradualmente en el aluvión adyacente al salar.” “El área impactada -sigue el documento- es lo que localmente se conoce como la vega Trapiche. En los últimos años, hemos estado trabajando estrechamente con los vecinos y varias otras comunidades para revitalizar la vida vegetal en la vega”, sigue el documento.
Uno de los vecinos afectados, Haroldo Condorí, lo cuenta con sus palabras: “Hace 20 años hicieron la represa y secaron el 100% de la vega, unos 4 kilómetros. Fue un daño, no quisieron pagar, pero hace tres años intentan regenerar la vega a cambio de que no los demandemos. Además nos han ayudado con la casita, con mercadería, maíz y alfalfa para el ganado (llamas, cabras y ovejas). Antes teníamos muchos animales, pero ya no estamos criando tanto porque se secó la vega y ya no pueden alimentarse ahí”. La regeneración consiste en drenar agua de la represa y traer “champa” (raíces con tierra) de otras vegas, explica Condorí.
“El proceso de extracción directa de litio de Livent en el Salar del Hombre Muerto utiliza más agua dulce que los procesos convencionales basados en estanques de evaporación utilizados por SQM, Allkem y otros”, admitió la empresa norteamericana en noviembre, y añadió: “Hay una entrada significativa de agua dulce recurrente desde elevaciones más altas en el Salar del Hombre Muerto que sustenta el ecosistema local”.
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— El Bunker de Milei (@BunkerMilei) April 12, 2024
Elon Musk ofreció al Presidente Javier Milei manejar una Tesla Cybertruck.
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Video completo desde adentro ?? pic.twitter.com/3pY7vk1eF4
Según la compañía, Livent utiliza menos del 2% de ese enorme caudal de agua (más de 210 millones de metros cúbicos al año). Detalla: “Toda el agua que utiliza se bombea desde fuentes muy aguas abajo o desconectadas de cualquier otra actividad humana o comunidad. Además, los hallazgos de investigaciones académicas recientes indican que existe un excedente de agua dulce, incluida una enorme reserva de agua subterránea almacenada en el salar. Los hallazgos del estudio indican que hay agua más que suficiente para sostener el ecosistema y todo el uso humano, incluidos múltiplos de las cantidades de producción futura proyectadas combinadas de varios operadores actuales de litio (incluido Livent)”. Se refiere a nuevos proyectos como los de su nueva socia Allkem, la australiana Galan, la china Sino Lithium o Pan American Energy (PAE, la empresa de la británica BP, la china CNOOC y los Bulgheroni).
El proceso de extracción directa de litio de Livent en el Salar del Hombre Muerto utiliza más agua dulce que los procesos convencionales basados en estanques de evaporación utilizados por SQM, Allkem y otros", admitió la empresa norteamericana en noviembre
El propio proyecto Fénix está en vías de crecimiento: “Nuestra expansión contará con el respaldo de una fuente de agua secundaria, el acuífero Los Patos, lo que reducirá la dependencia del acuífero Trapiche. Utilizamos datos de monitoreo para gestionar el agua, incluido el desarrollo de modelos matemáticos para el flujo y la calidad del agua. A su vez, estos modelos se utilizan para optimizar la ubicación y la tasa de extracción de agua para reducir los impactos en los recursos hídricos, satisfacer las demandas del proyecto y predecir los plazos de recuperación. Uno de los hallazgos clave de nuestro trabajo de modelación para el acuífero Trapiche es que los impactos a los recursos hídricos son reversibles y se espera que se recuperen a las condiciones previas al desarrollo dentro de 10 años después de que cesen las extracciones”. Es decir, la solución vendrá a largo plazo. El proyecto Fénix no sólo abastece a Tesla sino también a la también estadounidense General Motors (GM) y a la alemana BMW.
El ingeniero Eduardo Gigante, actual consultor independiente y exfuncionario del gobierno anterior especializado en litio, analiza el interés de Musk por el mineral en la Argentina: “Uno, cuando tiene un material que es crítico para la fabricación, en general trata de tener la mayor disponibilidad posible de proveedores, por las dudas de tener problemas con otros. Tesla busca tener un abastecimiento sostenible y seguro, pero no va a comprar una minera. Hasta ahora se provee sobre todo de litio extraído de roca dura de Australia y China, no tanto de los salares, como los nuestros y los de Chile. Sí compra algo de carbonato de litio a empresas como Livent y después lo transforma en hidróxido de litio en China para usarlo en sus baterías”.
En la Argentina por ahora sólo se produce carbonato, pero hay un proyecto de la surcoreana Posco para elaborar hidróxido. La empresa de Musk tampoco fabrica baterías sino que se las compra a la japonesa Panasonic y a la china BYD.
El sueño del Tesla propio
Gigante descarta que Tesla vaya a producir aquí autos eléctricos: “No hay prácticamente chances de que Tesla ponga una fábrica aquí, por capacidades técnicas que aún no tenemos hasta cuestiones de escala. Con su futura fábrica en México cubrirá gran parte de América Latina. En caso de estudiar montar alguna fábrica en Sudamérica, sin dudas va a ser en Brasil, más allá de las diferencias ideológicas que pueda tener con Lula. Necesitás hacer una inversión muy grande para tener retorno, necesitás exportar”
Para el consultor, el interés por la Argentina puede estar en el litio y el cobre, pero no baterías ni autos. Y agrega: “En cambio, los chinos de BYD ya anunciaron que fabricarán baterías y autos en Brasil porque la cuestión pasa por la escala. El mercado argentino es chico, por tanto no es rentable, fabricamos el año pasado 400.000 autos, contra 2 millones de Brasil, y estámos de lejos de los principales centros de consumo que hoy motorizan a los autos eléctricos en el mundo. Por eso, descarto que vengan fábricas de baterías y autos eléctricos a corto y mediano plazo, quizás sí a largo plazo. Y creo que en ese caso fabricaremos lo que hacemos hoy, pick ups, pero eléctricas. Es un nicho que ya tenemos, donde hay know how (conocimiento técnico). Pero Tesla fabrica sedanes, nosotros no. El problema es que la principal fabricante de pick ups en la Argentina, Toyota, tiene aversión a los autos eléctricos puros y ha invertido en otra tecnología, los autos a hidrógeno. En cambio, Ford picó en punta con las pick ups eléctricas. En algún momento la Argentina va a tener que embarcarse a fabricar alguna movilidad eléctrica porque si no, grandes capacidades industriales automotrices del país a la larga van a desaparecer, pero no hoy, mañana, ni en cinco o diez años”.
No hay prácticamente chances de que Tesla ponga una fábrica aquí, por capacidades técnicas que aún no tenemos hasta cuestiones de escala. Con su futura fábrica en México cubrirá gran parte de América Latina. En caso de estudiar montar alguna fábrica en Sudamérica, sin dudas va a ser en Brasil
Eduardo Gigante — Consultor independiente
En el sector automotor argentino, un ejecutivo entusiasta con Javier Milei admite también las dificultades para que Telsa se instale aquí: “Son inversiones muy grandes. El problema no es Milei sino la continuidad en el tiempo, la previsibilidad. Ninguna inversión en serio vendrá hasta que no haya continuidad, que venga gente de otro color político y mantenga las mismas banderas, que es lo que pasa en otros países como Brasil. En la Argentina nunca sabemos para dónde vamos”. Agrega que sólo dos de las 13 automotrices instaladas en la Argentina mencionan algún proyecto a largo plazo para fabricar autos eléctricos: Toyota y la holandesa Stellantis, la dueña de la marca Peugeot. La firma japonesa tiene un compromiso interno de que antes de 2030 todos sus modelos deben incluir alguna versión electrificada. Stellantis tiene desde 2020 en su planta de El Palomar la primera plataforma multienergética electrificable del continente, pero por ahora carece de un plan concreto de fabricas eléctricos allí.
A principios de 2022, vinieron ejecutivos de Tesla a visitar el proyecto de Livent en el Salar del Hombre Muerto. Viajaron allí con el entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que les preguntó si podían llegar a instalar una fábrica en la Argentina. “No”, fue la respuesta categórica. “Sí podemos evaluar instalar alguna fábrica de componentes porque estamos retirando algunas de China a Estados Unidos y México”, agregaron los ejecutivos de la empresa de Musk. Veremos si esa posibilidad se concreta.
Nota original de El DiarioAr