Clima en la Región Pampeana: condiciones hídricas contrastantes para la agricultura
Las precipitaciones abundantes de agosto en el este de la zona núcleo favorecen el final de la campaña fina y el comienzo de la gruesa. En el oeste y el noroeste, sin embargo, los suelos se desecan. Las previsiones sobre La Niña sugieren condiciones de neutralidad en primavera.
En su informe del 2 de septiembre, la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) señaló que las lluvias caídas en el centro-este de la Región Pampeana generan muy buenas condiciones para las últimas etapas de los cultivos de invierno y el arranque de los de verano. Sin embargo, hacia el oeste y el noroeste de la región, los suelos están desecándose. Mientras se espera una primavera seca y cálida, los pronósticos oficiales de El Niño-Oscilación del Sur difieren en la probabilidad de condiciones Niña, con valores entre 41% y 66% para el trimestre septiembre, octubre y noviembre.
Adela Veliz, docente de Climatología y Fenología Agrícolas en la FAUBA, afirmó que agosto finalizó con precipitaciones abundantes en el centro-este de la Región Pampeana, en particular, en el AMBA. “Los acumulados en dos días superaron con amplitud los valores medios del mes. En el Observatorio Central de Buenos Aires se registraron 114 mm entre el 30 y el 31 de agosto, cuando el valor promedio mensual es 70,3 mm”.
Según la docente, también el sur y este de la zona núcleo recibió lluvias abundantes. “Los registros de la localidad de Junín, en la provincia de Buenos Aires, indican acumulados de 45 mm en los últimos dos días de agosto, sumando en todo el mes 72,4 mm, cuando la media de agosto es 40,8 mm”.
A lo que agregó: “Así quedó definida una zona amplia en el este del área agrícola de secano con excelentes condiciones hídricas en el perfil para que los cultivos de fina continúen creciendo a buen ritmo. Del mismo modo, el contenido de agua útil en la capa arable es muy favorable para la campaña gruesa que está comenzando. Sin embargo, la disponibilidad hídrica disminuye paulatinamente hacia el oeste y el noroeste de la Región Pampeana, ya que en el norte y el centro de Santa Fe y en el norte y el centro de Córdoba se observa un desecamiento notable”.
Por su parte, Gastón Sosa, coautor del informe junto con Adela Veliz, Leonardo Serio y María Elena Fernández Long —docentes de la misma cátedra e integrantes del Centro de Información Agroclimática y Ambiental de la FAUBA— abordó la evolución del almacenaje de agua en el suelo en dos localidades del país.
“Tomando el perfil hasta un metro de profundidad y analizando la evolución del almacenaje de agua en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, y en Reconquista, provincia de Santa Fe, hallamos situaciones contrastantes. En Tres Arroyos, la disponibilidad de agua es buena para que el trigo crezca adecuadamente. Pero en Reconquista, la escasez generalizada de humedad edáfica estaría impactando en el cultivo: los lotes más adelantados están en floración, que es el período crítico de definición del rendimiento”.
Dudas sobre La Niña en primavera
María Elena Fernández Long se refirió a las temperaturas superficiales de las aguas del Océano Pacífico Ecuatorial, un indicador esencial del clima. “Se están manteniendo en valores compatibles con la neutralidad, a pesar de registrarse un enfriamiento evidente desde la costa sudamericana en casi todas las regiones de monitoreo El Niño-Oscilación del Sur —o, del inglés, ENSO—, salvo al oeste de la zona mencionada”.
Con respecto a la probabilidad de un evento Niña, Fernández Long remarcó las diferencias entre los pronósticos del Climate Prediction Center (CPC) de principios de agosto y del International Research Institute for Climate and Society (IRI) de mediados de mes.
“Según el CPC, hay un 66% de probabilidad de ocurrencia de La Niña en septiembre-octubre-noviembre, y seguiría hasta enero-marzo de 2025 con un 57% de probabilidad, regresando en otoño a la fase neutral. Por su parte, los pronósticos del IRI ENSO indican un 41% de probabilidad de La Niña para este trimestre, y se elevaría hasta el 49% en noviembre-diciembre-enero”, puntualizó.
Una primavera seca y calurosa
A su vez, Leonardo Serio profundizó en el pronóstico trimestral que elaboran —en el ámbito del SMN— distintos organismos oficiales, incluyendo la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA. “Para la primavera se esperan, en general, precipitaciones inferiores a los valores normales para la época. En especial en el norte, en el norte de la Región Pampeana, el sur de la Mesopotamia y Cuyo, y en el resto del territorio, las lluvias podrían estar entre los valores promedio o, incluso, menores”.
Por último, el docente advirtió que las temperaturas medias van a continuar siendo superiores en el centro y el norte del país, particularmente en el noroeste. Mientras tanto, en el oeste de la Patagonia serían normales o superiores, y en el resto se anticipa un comportamiento normal.
Por Pablo Roset / Sobre La Tierra / FAUBA