CONTAMINACION

Microplásticos por todos lados: ahora se encontraron en los chicles y en las plantas

La omnipresencia de la contaminación plástica continúa revelando nuevos y alarmantes escenarios. Recientes investigaciones científicas han detectado la liberación de microplásticos al masticar chicles y han comprobado cómo estas diminutas partículas plásticas, presentes también en el suelo, dificultan la fotosíntesis en las plantas, con potenciales consecuencias devastadoras para la producción mundial de alimentos.

Ambiente 19/04/2025 Hora: 10:45
Microplásticos por todos lados: ahora se encontraron en los chicles y en las plantas / Shutterstock
Microplásticos por todos lados: ahora se encontraron en los chicles y en las plantas / Shutterstock

La marea plástica, una problemática que parecía confinada a océanos y basureros, demuestra una vez más su capacidad para infiltrarse en los aspectos más cotidianos y fundamentales de la vida. Los nuevos hallazgos subrayan la urgencia de abordar la contaminación por microplásticos, un tema central en las próximas negociaciones del Tratado Global de Plásticos en agosto.

 

Los chicles liberan microplásticos en tu boca

Un reciente estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) reveló que la mayoría de los chicles comerciales, fabricados con una base de goma sintética derivada del petróleo, liberan una cantidad significativa de microplásticos al ser masticados. La investigación comprobó que, en promedio, se desprenden 100 microplásticos por gramo de chicle, llegando incluso a alcanzar las 600 partículas por gramo.

Esto significa que un chicle de tamaño promedio (alrededor de 6 gramos) podría liberar hasta 3.000 microplásticos directamente en la boca del consumidor. La estudiante de doctorado de la UCLA, Lisa Lowe, quien lideró el estudio, analizó la saliva de voluntarios que masticaron siete trozos de diez marcas distintas de chicle, incluyendo tanto variedades sintéticas como aquellas que utilizan polímeros de origen vegetal.

“Nos sorprendió comprobar que los microplásticos abundaban en ambos casos”, afirmó Lowe a la agencia AFP, evidenciando que incluso las alternativas consideradas más naturales no están exentas de liberar estas diminutas partículas. El equipo de investigación aclaró que, debido a limitaciones técnicas, solo pudieron detectar fragmentos de 20 micrómetros o más, lo que sugiere que la cantidad real de microplásticos liberados podría ser aún mayor.

 

Alimentos en riesgo: microplásticos amenazan la fotosíntesis

La preocupación por la contaminación por microplásticos trasciende la salud humana y alcanza la base de la producción alimentaria mundial. Expertos alertan sobre un nuevo y preocupante impacto: la capacidad de los microplásticos para dañar la fotosíntesis en las plantas, un proceso vital para el crecimiento de cultivos esenciales como el maíz, el trigo y el arroz.

La presencia de microplásticos en el entorno vegetal afecta la fotosíntesis de diversas maneras. Al ser absorbidos por las raíces, estas minúsculas partículas plásticas pueden bloquear la luz solar impidiendo su llegada a las hojas, o bien obstaculizar la circulación de nutrientes y agua esenciales para el desarrollo de la planta. Además, la contaminación por microplásticos puede deteriorar la calidad de los suelos, de los que dependen los cultivos.

Otro mecanismo de daño identificado es la inducción de partículas inestables que atacan las células vegetales, reduciendo los niveles de clorofila, el pigmento crucial para la fotosíntesis. Además, los microplásticos pueden liberar sustancias químicas tóxicas que exacerban el daño celular.

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Un equipo de investigadores estimó que los microplásticos reducen la fotosíntesis en un 12% en las plantas terrestres y en un 7% en las algas marinas, que constituyen la base de la cadena alimentaria oceánica. Al extrapolar estos datos, los científicos calcularon una pérdida potencial de entre el 4% y el 14% de los cultivos básicos a nivel global y una reducción similar en la producción de peces y otros alimentos marinos.

Este estudio, publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences, se basó en el análisis de más de 3.000 observaciones sobre los impactos de los microplásticos en plantas, provenientes de 157 investigaciones científicas previas.

 

El Tratado Global de Plásticos, una esperanza en agosto

Ante la creciente evidencia del impacto generalizado de la contaminación por microplásticos, la próxima ronda de negociaciones del Tratado Global de Plásticos, que se celebrará en agosto, se presenta como una oportunidad crucial para avanzar hacia una solución real del problema.

Una encuesta realizada por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres entre representantes gubernamentales de la ONU que participarán en las negociaciones reveló una profunda preocupación por los químicos presentes en los plásticos y una fuerte convicción sobre los riesgos para la salud que implica la contaminación por macro y micro plásticos.

Los representantes gubernamentales priorizaron la protección de la salud humana a través de la reducción de la producción de plástico y la eliminación de químicos peligrosos en su composición, por encima de la mejora de la gestión de residuos y el reciclaje.

Activistas de Greenpeace México participaron en una activación durante la Mega Procesión de Catrinas 2024 para invitar a la ciudadanía a adherirse a la Ley Antiplásticos.

Graham Forbes, Jefe de la Delegación de Greenpeace en las negociaciones, enfatizó la necesidad de reducir la producción de plástico para proteger la salud pública, señalando que “el plástico está perjudicando la salud de nuestras familias y comunidades, y se ha encontrado en nuestros órganos y en nuestra sangre. Permitir que la producción de plástico siga creciendo significa aumentar el daño que causa a nuestra salud, a nuestro clima y a nuestro planeta”.

La evidencia científica continúa acumulándose, revelando la magnitud y el alcance de la contaminación por microplásticos. Desde la liberación en nuestra propia boca al masticar un chicle hasta la amenaza silenciosa que representan para la producción de alimentos a nivel global, la urgencia de un acuerdo internacional vinculante para frenar la producción y el uso de plásticos se vuelve cada vez más apremiante.

 

Con informacion de Greenpeace

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