El campo argentino acelera liquidación de la soja ante la inminente suba de retenciones
Productores aceleran la venta de granos de cara al 1 de julio, fecha clave para la revisión de los derechos de exportación sobre la oleaginosa, en un contexto de búsqueda de divisas por parte del Gobierno.

El campo argentino se encuentra en una fase de acelerada liquidación de soja, a medida que se acerca la fecha límite del 30 de junio, momento en que finalizaría la temporal reducción de las retenciones a las exportaciones dispuesta por el Gobierno. Esta decisión de los productores responde a la expectativa de un inminente incremento de los derechos de exportación (DEX) a partir de julio, una medida que el propio presidente Javier Milei había anticipado, instando al sector a "liquidar" divisas.
La estrategia del actual Gobierno, implementada desde enero de 2025, consistió en una baja de retenciones para la soja (del 33% al 26%) por un período determinado, buscando incentivar el ingreso de divisas al Banco Central. Sin embargo, los resultados iniciales de esta política fueron mixtos. Informes de febrero señalaron que, si bien el sector agropecuario aportó divisas, el ritmo de liquidación general fue menor al esperado, en parte debido a la reducción del plazo para acceder a los beneficios (de 365 a 15 días), lo que desincentivó una liquidación anticipada masiva de la cosecha gruesa.
No obstante, en las últimas semanas, la dinámica ha cambiado. Según diversas fuentes, la comercialización de soja está alcanzando niveles máximos, impulsada por la proximidad del fin del beneficio. Los productores buscan concretar ventas antes de que las alícuotas vuelvan a subir, una medida que, según estimaciones, podría implicar un impacto de hasta 227 millones de dólares en los ingresos de los productores, considerando el volumen aún pendiente de comercialización de la campaña 2024/2025.
Este comportamiento del sector agroexportador es una constante en la historia económica argentina, donde las decisiones sobre las retenciones han generado históricamente debates y movimientos estratégicos. El sitio Chequeado documenta cómo los porcentajes de retenciones han fluctuado drásticamente a lo largo del tiempo, llegando a superar el 40% en algunos períodos y siendo casi eliminados en otros, siempre con un impacto directo en la ecuación económica del productor.
Para el Gobierno, la liquidación de divisas del agro es crucial para fortalecer las reservas del Banco Central y sostener la estabilidad macroeconómica. La actual aceleración de ventas refleja la cautela de los productores ante cambios impositivos, privilegiando la oportunidad de precios y condiciones antes de un potencial ajuste en las reglas de juego. La tensión entre las necesidades fiscales del Estado y la rentabilidad del sector agropecuario sigue siendo un eje central de la política económica argentina.
SudOeste B.A. con información de Perfil, Infobae y Chequeado