En paralelo a las atrocidades cometidas por los médicos nazis, los investigadores de las naciones democráticas también lideraron ensayos inmorales. Un repaso por los ejemplos más y los menos conocidos: engaños, torturas e infecciones masivas.
Uno de los hallazgos más llamativos expuestos fue que aquellas personas con más reflexión cognitiva tenían más sesgo, es decir, “creían en lo que coincidía con sus creencias”.