Cuáles son las leyes fiscales que quedan "afuera" de la Ley Ómnibus tras la marcha atrás del Gobierno
El proyecto de ley mantiene la delegación de atribuciones legislativas en manos del Presidente, por lo que, de aprobarse la norma, podría tomar esas y otras decisiones por decreto.
El Gobierno dio marcha atrás con el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus. En la práctica significa que el corpus de más de 500 artículos que tiene la ley permanece, lo que implica una reforma radical de las relaciones económicas entre los argentinos.
No sucede lo mismo, tal como lo dijo el ministro de Economía Luis Caputo, con las que él mismo llamó "capítulo fiscal". Sucede que son leyes que tienen como finalidad única el aumento de la recaudación para lograr el ansiado déficit cero, tras lo cual habrían vuelto a cambiar.
El programa económico del presidente Milei incluye una reforma fiscal amplia que modificarán, más tarde o más temprano, los ítems que acaban de retirar de la ley "Bases".
Las leyes en disputa tienen en todo caso un plan B, cosa que no sucede con el resto de las leyes a tratarse en el Congreso. Y finalmente, existe un artículo central: la delegación de facultades, que le permitirá al gobierno modificar aquello que desee sin pasar ya por el Congreso.
Las leyes que se van del proyecto son:
Ley de movilidad jubilatoria
Sabido es que Milei prefiere un sistema de capitalización privada para las jubilaciones. Por lo que la modificación del cálculo de haberes para los jubilados tenía como única finalidad atravesar los primeros meses de gobierno sin la erogación que significaría aplicar la actual actualización de haberes dada la aceleración inflacionaria.
El decidido rechazo de la mayoría de los bloques opositores dialoguistas que no quieren pagar el costo político de una baja en las jubilaciones tiró para atrás la medida.
El cambio habría significado un ahorro de 1 punto del PBI, de los 5 que el gobierno necesita. Ahora deberá ajustar gasto por otro lado. En los últimos días dieron pistas al hablar de lo que sufrirán las provincias, pero aún no hay certezas.
Retenciones
El impuesto a las exportaciones (retenciones) era el ítem más cuestionado por los gobernadores y las agrupaciones empresarias. Aunque el presidente Milei había prometido reducir a cero las retenciones en campaña, pero las necesidades económicas fueron más fuertes.
La nueva ley subía el impuesto a todas las economías regionales y a la exportación de bienes industriales hasta el 15%. Ahora se quedará sin esos recursos de cobro rápido y en dólares.
Blanqueo
Se trataba de la ley de blanqueo más generosa y amplia de la que se tenga memoria. Permitía que nadie debiera dar cuenta del origen de los fondos, por lo que muchos legisladores llamaron la atención sobre el peligro de la llegada de dinero proveniente del narcotráfico entre otros.
Sin embargo, el principal escollo fue la disputa por la coparticipación de esos recursos. Las provincias reclamaron que parte de lo recaudado por el blanqueo fuera a las arcas de los enflaquecidas tesoros federales.
En este caso no se sabe cuanto dinero hubieran recaudado, aunque nadie descarta que se intente la medida más adelante.
Se trataba de un blanqueo gratuito para quienes blanquearan menos de U$S100.000 e implicaba un impuesto especial del 5 al 15% para aquellos que declaren bienes por más de U$S100.000 de manera creciente.
Moratoria
No es una novedad. Cada vez que llega un gobierno al poder propone un plan de pago de obligaciones tributarias, de la seguridad social y aduaneras para contribuyentes en mora.
En este caso se incluía la condonación de intereses resarcitorios y punitorios del 50% y el 100% de las multas.
La salida de este capítulo sólo se explica porque forma parte del conjunto de leyes recaudatorias y no sería raro que en breve se vuelva a discutir.
Bienes personales
El impuesto sobre los bienes personales habría sufrido una modificación en la discusión con los bloques amigos. Se disponía el cambio del mínimo no imposible de $100 millones a $350 millones, cuando en la actualidad es de $27millones.
Ganancias
Este ítem no estaba incluido en la ley Bases y fue enviado como un proyecto aparte por el gobierno. Se trata de dar marcha atrás con la ley Massa que elevó el mínimo no imposible del impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría a montos lo suficientemente altos como para que afecten sólo a las capas gerenciales de las empresas con lo que dejó afuera a 800.000 personas del pago.
No obstante, al ser un impuesto coparticipable algunos gobernadores quisieron negociar con el nuevo Gobierno el apoyo a la ley Ómnibus a cambio de revivir Ganancias.
La marcha atrás significa que las provincias ya no contarán con este ingreso en medio de un recorte de ingresos que el Ejecutivo promete será feroz.
Lo queda por saber es de dónde sacará el ministro de Economía Luis Caputo el dinero que necesita o qué partidas recortará para llegar al déficit fiscal. Prometió trabajar sobre el tema y no pasará mucho tiempo para que lo sepamos.
Mientras tanto, los jubilados, los trabajadores mejor pagos, las personas altos patrimonios y los exportadores festejan la derrota parcial del gobierno de Javier Milei.
(MDZOL)
