Lobería: estaban cosechando un lote de trigo y se encontraron un cohete espacial

Un grupo de trabajadores estaban cosechando en un lote de la estancia «La Mora» del distrito de Lobería, cuando en el medio del cultivo que estaban levantando encontraron nada más ni nada menos que un cohete espacial.

Sociedad 13/01/2022 Hora: 13:15
Lobería: estaban cosechando un lote de trigo y se encontraron un cohete espacial
Lobería: estaban cosechando un lote de trigo y se encontraron un cohete espacial

“Fue una experiencia tremenda. Estábamos cosechando, tirando melga por melga –es decir tramo por tramo- y tuvimos que parar porque encontramos eso. Casi nos lo llevamos por delante”, dijo Santiago Ucci.

¿Pero cómo es que un cohete espacial termina en un trigal? Todo inició cuando Rafael Puente, el encargado de la estancia La Mora, recibió la visita de unos técnicos pertenecientes a la empresa argentina Tlon Space, dedicada a la puesta en órbita de nanosatélites.

“Ellos nos habían contactado para poner una plataforma de lanzamiento. Acá tenemos un monte de 1.000 hectáreas contra los médanos y me pareció peligroso hacer un proyecto así porque se podía prender fuego. Es un monte que está forestado hace 80 años. Hablé con el dueño y no nos pareció lógico”, recordó Puente.

Pero la empresa no se quedó con la negativa y continuó contactando a los vecinos de la estancia, hasta que uno, a unos pocos kilómetros, dio el sí.

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“Su idea es hacer una base de lanzamiento a gran escala, para tener cohetes de 25 metros de longitud. El que nosotros encontramos, si bien en los datos figura que tiene alrededor de diez metros, no tenía más de tres. Estaban probando algo ambicioso pero a menor escala”, señaló Matías Schmidt.

El cohete encontrado fue el Aventura I, la línea de cohetes principal de la empresa que, según su descripción, cuenta con dos etapas de desarme, un diámetro de 0.352 metros y una capacidad de carga de hasta 25 kilos.

Tlon Space había hecho una prueba hacía dos meses pero la misma no fue exitosa por un error en las configuraciones. Según los cálculos realizados por los técnicos, realizó un recorrido de casi 20 kilómetros y se desarmó entre la estancia La Mora y el campo lindero.

Para la empresa resultaba primordial encontrarlo, ya que servía como evidencia para los próximos despegues. Tanto es así que durante dos meses enviaron una avioneta para rastrear los restos del cohete, pero la densidad de las pasturas tapó cualquier indicio.

“Cuando apareció los llame enseguida. Me dijeron que era fundamental para corregir errores y rescatar las pequeñas cámaras que llevan los registros. Lo que pudieron ver es que llegó más alto de lo que tenían pensado. Nos dieron una recompensa que repartí entre los cosecheros”, afirmó Puente.

 

(DiarioNecochea)

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