Sauce Criollo: “La diferencia está en cómo hacemos lo que hacemos. Acá el protagonista es el niño”

Sauce Criollo es un espacio de educación alternativa, ubicado en Harriot y Moreno de la Ciudad de Coronel Suárez, ofrece talleres para niños de 4 a 8 años. Una propuesta educativa con una larga historia en el país que empieza a dar sus primeros pasos en la ciudad. Un gran equipo de trabajo con docentes de inicial, de primaria y secundaria, una nutricionista, un profesor de literatura y una psicopedagoga.  

Las inscripciones para el ciclo 2022 están abiertas, en abril inician las clases, el taller inicial con niños de 4 y 5 años (Grupo Tijeretas) y el taller del primer ciclo de primaria con niños de 6, 7 y 8 años (Grupo Calandrias) aún ofrecen vacantes, los encuentros son 2 veces por semana de 09:00 a 11:00 horas. 

Prólogo para padres 

Sauce Criollo es un espacio donde se respetan las habilidades y las capacidades, que todos tenemos (todos somos buenos en algo), pero debemos encontrarlo. Confiar en que si le damos tiempo a esos procesos seguramente darán buenos resultados. Sauce Criollo es una experiencia para las familias, dando el puntapié inicial para empezar a pensar en una escuela. Vivimos momentos de mucha información, enseñarle a nuestros hijos a usarla es una habilidad y qué hacer con esa información es una capacidad. 

Los procesos de aprendizaje nos vinculan con esas habilidades y esas capacidades, recuperar las pequeñas batallas ganadas en la experiencia que fuimos incorporando y hoy las hacemos automáticamente, les quitamos el valor, siendo adultos nos olvidamos del valor de leer y escribir, atarse los cordones, reconocer los tiempos naturales de nuestra comida, un sin número de acciones que dan marco a nuestras vidas y que en este caso, en el devenir del aprendizaje, pueden ser guardadas desde otro ángulo, aprehenderlas hoy siendo niños y para siempre en su real dimensión y valoración. 

La Entrevista

SudOeste B.A.: ¿Cómo empieza a gestarse la idea de Sauce Criollo como espacio de Educación Alternativa?

Gisela Platz: Hace más de un año que nos empezamos a juntar, un grupo de padres, madres, acompañantes, tíos, maestros, profesionales de la educación, todos con la idea de una nueva propuesta educativa. Fuimos buscando la manera de enriquecer a la oferta que ya tenemos en Coronel Suárez, que es mucha y muy variada, en las charlas fueron apareciendo propuestas a nivel contenidos, yo particularmente vengo estudiando en un seminario de pedagogía Waldorf (basada en la libre instrucción por parte de los alumnos, es decir, que sean autónomos a la hora de ir realizando y adquiriendo los conocimientos a lo largo del propio proceso educativo) otras familias conocían las escuelas experimentales y así fueron apareciendo distintas propuestas en cuanto a pedagogías alternativas y fuimos desarrollando la idea de Sauce Criollo, pensando en el objetivo y la manera de encarar la educación, ahí es que llegamos a concretar la idea de desarrollar una escuela dentro de la pedagogía experimental. 

SudOeste B.A.: ¿Más pensando en el modo que en el qué?

Gisela Platz: Sí, es más el modo que el qué. Hay un montón de escuelas experimentales, de hecho Tierra del Fuego tiene un Ministerio de Educación Provincial para escuelas experimentales, en La Plata existe desde hace muchísimos años el Instituto Speroni, de ahí surgieron un montón de propuestas experimentales en todo el país. Todas trabajamos con los diseños curriculares de la provincia en la cual estamos insertas, eso es lo mismo para el niño que vaya a cualquier escuela, pública o privada. La diferencia está en cómo hacemos lo que hacemos. Acá el protagonista es el niño, esto es gracias a una gran planificación que hay detrás, donde el niño pueda ser artífice de su propio aprendizaje.  

Hay mucho trabajo detrás de escena, pensando en los emergentes que puedan surgir en la clase y como somos muchos, esa cantidad de emergentes ya fueron pensadas y a su vez nunca se trabaja solo en el aula. Nunca hay una sola persona a cargo del grupo, eso te permite estar más atento a lo que sucede, de esta forma se complementan las miradas.   

Otro punto muy importante es la comunicación con los otros, cómo decimos lo que decimos, cómo podemos mejorar la manera de expresarnos y además como nos escuchamos. Lo que genera las discusiones es que no escuchamos lo que el otro tiene para decir. 

SudOeste B.A.: ¿Esto incluye a la familia?

Gisela Platz: Si, si, incluye a la familia, sobre todo. Es un trabajo que se hace muy de a poco, nosotros al final de cada clase comentamos que fue lo que nos gustó y que no, que fue lo que aprendimos, que nos llevamos de todo eso, en los talleres de verano en un mes los chicos a la hora de hablar hacían silencio y respetaban a cada uno de sus compañeros escuchando que tienen para decir en cada caso, eso se logró en un mes con los chicos, con los grandes es más complicado y lleva más tiempo. acá hablamos de niños de 4, 5 y 6 años, imaginate eso si lo extrapolamos a toda una sociedad, sería maravilloso lo que puede llegar a pasar. 

Generamos empatía, respeto por lo que piensa el otro, en la misma actividad a todos les gusta algo diferente. Un niño nos decía después de clases: “me encantó venir a compartir con ustedes”, lo cuento y se me ponen los pelos de punta de la emoción.

SudOeste B.A.: Más genuino imposible, es pura emoción sin filtros

Gisela Platz: Si, tal cual, es fabuloso

SudOeste B.A.: Esta mirada, en contraposición a la educación formal, donde hay un cúmulo de conocimientos que deben ser absorbidos por un grupo en un tiempo determinado, acá estarían brindando el tiempo que sea necesario?

Gisela Platz: Sí y que cada chico necesita. El proceso no es grupal, es particular, ahí también radica la diferencia de ser dos mirando lo mismo. Si hoy no estás con ganas de ponerte el jogging y salir a correr ¿por qué todos deben salir a correr? Entender y encontrar las afinidades de cada uno, música, arte, matemáticas, cada uno puede tener más afinidad con una u otra cosa. Eso no es que vayan a hacer lo que quieren, no es libertinaje, es la libertad de hacer las cosas en el tiempo que cada uno necesita. Eso no lo hace mejor ni peor, simplemente es el propio ritmo. Si podemos educar a nuestros niños teniendo en cuenta los procesos personales en un ámbito de libertad, permite que afloren todas las potencialidades de cada uno. Esas habilidades van a florecer cuando le demos el tiempo de dejarlas florecer.     

Todos tenemos algo para brindarnos, a nosotros mismos, a la comunidad, a la sociedad, y esa sociedad que queremos la debemos construir desde ahí. Si yo tengo una capacidad y vos tenés otra, la mejor manera de trabajar juntos es conociéndonos, ¿cómo nos conocemos? charlando, escuchándonos, exponiendo nuestras ideas, tratando de ponernos de acuerdo aunque pensemos diferente,  ese respeto por el otro se construye. El trabajo de acá en más, a nivel social es con el otro. 

SudOeste B.A.: Esta idea de Escuela, va generando identidad en los niños y en los padres, desde diferentes ámbitos crean sensibilidad y descubren habilidades, siempre con un sentido de pertenencia. ¿El secreto está en el equipo de trabajo? 

Gisela Platz: Lo interdisciplinario es esencial, no mirar cuestiones por separado, somos un todo y si falta algo esto otro no va a aparecer. La fragmentación del contenido por la especialización es necesaria y fundamental, por eso la mirada del especialista, pero también debemos corrernos un poco y mirar el todo interactuando. Esa interdisciplinaridad nos permite entender que nada sucede por sí solo, todo es consecuencia de algo. Debemos conocer y valorar el ambiente, aprender a convivir con el lugar y pensar en las consecuencias de nuestros actos. 

Sauce Criollo crece entre nosotros, una especie nativa que hoy cobija al Grupo Tijeretas y al Grupo Calandrias si ayudamos a que crezca, cada uno desde su lugar, esta población de pequeñas aves, seguramente nos darán equilibrio a nuestro ecosistema social.

Felicitaciones y éxitos para este gran equipo de trabajo!!!