“Nunca es tarde": la vocación no tiene edad
La historia de la bisabuela de 95 años que ganó un premio revelación en los Grammy Latinos.
Hace pocos días, específicamente, el 7 de noviembre, una “bisabuela de 95 años” fue ganadora del premio como “Mejor artista revelación” en los Latin Grammy 2022.
Ángela Álvarez, así se llama la ganadora, al subir al estrado para agradecer el premio nos regaló esta frase tan dicha pero tan necesaria y real: “Nunca es tarde…”
Pero empecemos por el principio. En esta 23ra edición de los premios a lo mejor de la música, la nonagenaria se convirtió en la mujer más longeva en recibir el galardón a Mejor Artista Revelación de los Premios Latin Grammy, un dato no menor.
Ángela es oriunda de Cuba y siempre le gustó cantar y crear sus propias canciones pero su padre se lo prohibió (échale la culpa a otros tiempos, al machismo, una cultura patriarcal cerrada a la mujer, en fin…).
La cuestión es que Ángela, quien vive desde hace muchos años en Los Ángeles, EEUU, con la ayuda de su nieto y productor musical, Carlos José Álvarez, cuando recibió su premio expresó unas palabras al público para que no desistan de sus sueños: “Me gustaría agradecer a la Academia y a todos aquellos que me han ayudado a llegar a este momento, (…) pero sobre todo, a mi nieto y productor Carlos, él fue el que me ayudó a que yo llegara aquí, a este momento”.
Y agregó: “Quiero dedicar este premio a Dios y a mi patria querida, Cuba, que nunca la podré olvidar. También a aquellos que no han realizado su sueño; aunque la vida es difícil, siempre hay una salida y con fe y amor lo pueden lograr. Les prometo que nunca es tarde”.
Hace casi una década, el nieto de Ángela decidió grabar las canciones de su abuela. Carlos, quien es un compositor talentoso, creció escuchándola cantar y aseguró que su carrera estuvo completamente influenciada por su gusto a dicho arte.
Ahora bien, pero ¿por qué traigo esta lindísima historia en relación a la vocación? En un mundo donde la proyección de vida es más larga y en especial para las Mujeres y Hombres 5.0 y 5.0 plus, quienes se enfrentan a la jubilación o al desempleo constante, cada vez son más los que buscan qué hacer con sus vidas.
Aunque la vida es difícil, siempre hay una salida y con fe y amor lo pueden lograr. Les prometo que nunca es tarde.
Ángela Álvarez
Como nos pasa con nuestra propia personalidad, la vocación se va construyendo a lo largo de la vida, por lo cual, a cualquier edad, se pueda tomar la decisión de trabajar, estudiar o tener un hobby siempre que uno se anime a mirar hacia su interior, a sumergirse en las propias inquietudes, frustraciones, en definitiva en los propio deseo postergados.
Antes de continuar, debemos hacer una diferencia de significado. Vocación no es lo mismo que deseo.
Deseo: “movimiento afectivo hacia algo que se apetece”.
Pero para que surja ese deseo debemos hablar antes, si o si, de que lo mueve internamente… y ahí llegamos al tema de la vocación.
Etimológicamente hablando: “vocación” proviene del latín vocatio que significa "llamado" (llamar y ser llamado) y del vocablo vocare que significa "llamado interno". Antiguamente, tenía connotaciones sólo religiosas (ser llamado al servicio de Dios), pero su uso poco a poco, se fue orientando hacia ocupaciones consideradas de servicio a los otros como son las profesiones médicas, docentes y las artísticas.
LA VOCACIÓN tiene que ver con temas muy profundos, con nuestra falta interna, nuestras frustraciones más íntimas y/o relacionado con aspectos de nuestra vida que queremos mejorar.
Y lo más importante en esta edad 5.0, es que la vocación puede apuntar a distintas elecciones en distintos momentos de la vida.
“La decisión no es nada fácil. Hay que poner el ojo hacia adentro, y animarse a bucear en el deseo e intereses propios y revisar la historia personal y familiar para encontrar qué le gusta a uno y cómo uno quiere vivir, aunque sea ya adulto", dicen los profesionales de la salud mental.
La vocación puede apuntar a distintas elecciones en distintos momentos de la vida.
A veces es necesaria la psicoterapia para lograr este proceso, ya que en muchos adultos la necesidad de cambio surge como consecuencia de una crisis personal de la edad, por circunstancias familiares nuevas como el síndrome del 'nido vacío', o de oportunidades del mundo globalizado y cambiante en el que vivimos.
Por suerte y poco a poco la vocación ha dejado de ser considerada un concepto cerrado relacionado solo a un “llamado”, a una voz que indicaba elegir una única profesión "para toda la vida", lo cual es mucho peor.
En definitiva, lo que se requiere cuando estás necesitando un cambio profundo en tu vida laboral y personal, es reelaborar el tema de las vocaciones. Si ya la encontraste hace tiempo,
el autoconocimiento -un espacio para brindarnos la posibilidad de auto-pensarse y percibirse en las propias emociones- facilitará la identificación de la vocación o de un cambio en ella.
Los mandatos familiares, expectativas y creencias pueden distorsionar la verdadera vocación. Pero también la falsa creencia de que lo que se elige en este momento de la vida será para siempre. Este es un error de concepto, garrafal y altamente limitante.
La buena noticia es que interpretar y entender que la vocación es una construcción que puede llevarse a cabo en diferentes tiempos y en relación con distintos aspectos y momentos de nuestra vida, es muy alentador. Es muy tranquilizador saber que podemos encontrar nuestra vocación en cualquier momento y que salga a la luz en su máximo esplendor.
Lo que necesitamos es un contacto con nuestro mundo interno más profundo, una contemplación de lo externo más objetivo y enfrentarnos al conocimiento de nuestras posibilidades, debilidades y potencialidades reconstruir sin tensión, ni presión, nuestro nuevo “ser en el mundo”.
(Diario con Vos)