"Protección Absoluta" para seis especies de animales bonaerenses
En la provincia de Buenos Aires hay algunos animales que gozan de una “protección absoluta”. Se trata de especies vinculadas a distintas regiones que se hallan amenazadas por diversas razones y que en las últimas décadas fueron declaradas Monumentos Naturales.
La ley bonaerense 10.907 (y sus modificatorias), en sintonía con la ley nacional 22.351, establece que se pueden promover como Monumentos Naturales a “regiones, objetos o especies determinadas de flora o fauna de interés estético, valor histórico o científico”.
Los Monumentos Naturales bonaerenses gozan “de protección absoluta, siendo factible sobre ellos únicamente la realización de investigaciones científicas debidamente autorizadas y la práctica de inspecciones gubernamentales”. Entre estos se encuentran seis especies de animales.
El venado de las pampas
El venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus) fue promovido como Monumento Natural a través de un decreto en el año 1984 en el que se señalaba que se trataba del “ciervo más raro América del Sud y probablemente del mundo”. En 1995 esta clasificación se confirmó por la ley bonaerense 11.689.
Este venado es un pequeño cérvido que alcanzó una amplia distribución en los pastizales sudamericanos, llegando incluso hasta la Patagonia. Hoy su presencia en el país es escasa y su población bonaerense está en peligro de extinción. Entre las principales amenazas de este se encuentran la pérdida del hábitat, la cacería ilegal y la introducción de especies exóticas.
El venado de las pampas cuenta actualmente en la provincia de Buenos Aires con población en la Bahía del Samborombón, desde el sur del río Salado hasta San Clemente del Tuyú.
En el año 2001 se declaró a la ciudad de General Lavalle, ubicada en la zona de la mencionada bahía, como “Capital Provincial del Venado de las pampas”. En tanto, en ese sector de la provincia se creó en 2009 el parque nacional Campos del Tuyú que también busca proteger a este cérvido.
El ciervo de los pantanos
El ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus) fue declarado como Monumento Natural bonaerense a través de la ley 12.209 promulgada en 1998. Se trata del ciervo más grande Sudamérica. Un ejemplar adulto de esta especie llega a pesar unos 150 kilogramos y puede alcanzar los 2 metros de longitud.
Este animal es solitario (se lo puede ver en pequeños grupos), herbívoro y se mueve por zonas de pantanos, esteros y montes. Las poblaciones más importantes de Argentina se encuentran en los Esteros del Iberá (Corrientes) y en el Delta del Paraná (Buenos Aires y Entre Ríos). Las principales amenazas para la especie son la destrucción de su hábitat tradicional y la caza.
El cauquén colorado
El cauquén colorado (Chloephaga rubidiceps) fue declarado como Monumento Natural bonaerense en el año 1999 a través de la ley 12.250, normativa que fue complementada diez años después por medio de otra ley (la 14.038) que también busca proteger al cauquén cabeza gris (Chloephaga poliocephala) y al cauquén común (Chloephaga picta).
El cauquén colorado es un ave migratoria que vive únicamente en territorios de Argentina y Chile. Entre la primavera y el verano la especie nidifica en el extremo sur de la Patagonia y en el invierno se traslada (con el cabeza gris y el común) hacia el sur de la provincia de Buenos Aires, a territorios de los distritos de San Cayetano, Tres Arroyos y Coronel Dorrego. Asimismo, en su ruta migratoria se lo puede ver en ocasiones en reservas naturales del sur bonaerense.
Esta ave es llamativa por su cabeza y su cuello de color castaño, su cuerpo con líneas blancas y negras, y sus patas anaranjadas. Durante muchos años fue tildada como una especie “plaga” y su caza generó una marcada reducción de la población. Hoy está amenazada por diversos factores de la actividad humana.
La iguana de cobre
La iguana de cobre (Pristidactylus casuhatiensis) fue catalogada como Monumento Natural bonaerense a través de la ley 14.959 sancionada en el año 2017. Se trata de una especie endémica de las Sierras de la Ventana que se encuentra generalmente a partir de los 700 metros de altura sobre el nivel del mar.
Esta especie es un pequeño reptil de cola larga y cabeza triangular, con extremidades robustas que le permiten desplazarse. El macho tiene un color verde como oxidado y la hembra es más amarronada.
La iguana de cobre es considerada como una especie en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y su preservación depende de la protección del acotado ambiente en el que habita. En ese sector bonaerense hay dos áreas protegidas: el Parque Provincial Ernesto Tornquist y la Reserva Natural Sierras Grandes.
La lagartija de las dunas
La lagartija de las dunas (Liolaemus multimaculatus) también fue declarada como Monumento Natural de la provincia de Buenos Aires en 2017, a partir de la ley 14.960. Se trata de una especie endémica de la Costa Atlántica bonaerense (en donde se considera que está aproximadamente el 90% de su distribución) y del extremo noreste de la provincia de Río Negro.
Este animal es un reptil de tamaño pequeño que suele camuflarse en la arena y desplazarse por debajo de la misma como si estuviese nadando. Tiene cabeza con forma de pala, petequias en su lomo y una cola corta de la que pueden desprenderse para dejar como señuelo de sus depredadores. Se lo puede ver desde Punta Rasa, en el extremo sur de la Bahía del Samborombón, hasta la zona de Claromecó (en Tres Arroyos).
“La ‘lagartija de las dunas’ es un saurópodo, un pequeño saurio, de unos 10 centímetros en su estado adulto, que habita en el primer perfil de dunas costeras marinas donde las especies vegetales son escasas”, le explicó recientemente a DIB el guardaparques Alejandro Leiss, a cargo del “Monumento Natural Lagartija de las Dunas”.
La mayor amenaza de la lagartija de las dunas es el avance de proyectos urbanísticos sobre la costa bonaerense. También impacta de manera negativa sobre su población el tránsito vehicular en su zona de hábitat y la mascotería.
Delfín franciscana
En 2017 también fue declarado Monumento Natural de la provincia el delfín franciscana o delfín del Plata (Pontoporia blainvillei), a través de la ley 14.992.
Esta especie es uno de los delfines más pequeños del mundo (mide entre 1.30 y 1.75 metros) y su nombre franciscana viene del color de su piel en tonos marrones similar al de los monjes franciscanos. Los ejemplares adultos tienen un hocico característico que extremadamente largo y fino.
El franciscana está presente en la costa atlántica de Sudamérica (Brasil, Uruguay y Argentina), con importante distribución en el sector del estuario del río de la Plata. Su población en Argentina se estima de menos de 14 mil y la principal amenaza que atraviesa es la pesca incidental.
MT / Agencia DIB