¿Mini Vacas para reducir emisiones de metano? Expertos argentinos desconfían del proyecto
Existen en el mundo 26 razas distintas de vacas en miniatura (algunas tienen una altura inferior al metro, como un perro grande).
La idea de criar vacas miniatura se está imponiendo en algunas granjas de Estados Unidos y la mayor razón para criarlas obedece a que se cree que estos diminutos rumiantes generarían menos metano, uno de los gases que más contribuyen al "efecto invernadero".
Según criadores bovinos norteamericanos consultados por la cadena inglesa oficial de noticias BBC, diez de estos pequeños vacunos generan la misma cantidad de metano que uno grande.
¿Qué sentido tiene criar un animal de ese tamaño?
Además de tener mercado dentro del comercio de las mascotas, las mini vacas necesitan menos espacio para su crianza y su rendimiento es similar o superior al de un animal de tamaño normal.
Cuando una vaca de 450 kilos va al matadero, se pierde cerca del 40% de su peso en huesos, cabeza y órganos internos. Queda entonces una res de 270 kilos de carne aprovechable. Para convertirla luego en carne comestible, se pierde otro 20% adicional, por lo que solamente se pueden comercializar unos 215 kilos, menos de la mitad del peso original.
Sin embargo, en una mini vaca, se pierde mucho menos porque, proporcionalmente, tienen menos huesos y menos grasa que los ejemplares tradicionales.
Los llamados "bonsái" cuando van al matadero pierden el 30% de su peso y cuando se los convierte en carne comestible se reduce en otro 15%.
¿Tienen el mismo sabor que los ejemplares tradicionales?
Quienes los han probado argumentan que la carne de mini vaca es aún más sabrosa y tierna, ya que el gusto y la textura están relacionados con la longitud de los músculos: cuanto más corto sean, más rica sería la carne.
En Uruguay y Argentina, donde el consumo de carne per cápita supera los 58 kilos por año, más elevado que en la Unión, este tipo de explotación aún es casi desconocido.
Consultado por Carbono.news, el ex subsecretario de ganadería de Argentina, José María Romero, puso algunos reparos sobre el éxito de semejante movida: "Creo que para nuestros rodeos por el momento es una fantasía. Si bien se reduce la cuba de fermentación, en lugar de dos ejemplares tenemos cinco o seis pastando. No tiene mucho sentido. Lo trascendente sería ser más eficientes y conseguir más kilos por cada animal. Es un error pensar en cabezas, hay que pensar en volumen obtenido".
Romero recordó que Argentina produce 3,2 millones de kilos de carne comestible por año con un rodeo de 54 millones de cabezas.
"Si fuera necesario, para equiparar nuestro tonelaje actual, contar con 100 o bien 150 millones de cabezas de vacas pequeñas: ¿qué sentido tiene tanto esfuerzo?", añadió el ex funcionario.
"Para bajar las emisiones de metano con la misma cantidad de ejemplares debemos mejorar la genética y con ello el kilaje. Nuestro nivel de destete es del 63 %. Esto significa que por lo menos seis de cada diez vacas están reteniendo terneros. Estamos mejor que Brasil, pero peor que Australia o los Estados Unidos donde se supera el 70 y el 80% de destete, respectivamente", cerró Romero.
(Marcelo López Masía / Carbono.News)