Entrevista a Leony Staudt

Estancia El Pantanoso. Ruralidad y fragancias en las puertas de la percepción

...un lugar que merece ser visitado y conocido por quienes aprecian las percepciones sensoriales en su más refinada y amplia gama de propuestas.

Turismo 06/11/2021 Hora: 00:05
La casa del escritorio, El Pantanoso
La casa del escritorio, El Pantanoso
Por Erasmo Ruppel

Visitar el Pantanoso es un reseteo a los sentidos, atravesar la tranquera y avanzar entre la añosa arboleda, guardiana y testigo de una historia que merece ser contada, pero sobre todo vivida. Calibrar emociones y reencontrarse con uno mismo atravesado por las sensaciones del cuerpo.


Esta crónica comenzó hace varios meses, SudOeste B.A. llegó a contactar a Leony Staudt, administradora, gerente, dueña, madre y abuela en la vida y en este sueño real que es la Estancia el Pantanoso. Fue a través de Julieta Colonnella de Turismo Rural, allí comenzaron las primeras conversaciones, luego de largos minutos de charlas y compartir imágenes, Leony siempre insistió en ir hasta el lugar y vivirlo. Sólo de esa manera podría expresar con una magnitud más cercana a la realidad lo que uno siente; ¡vaya desafío!.

El hecho es que así fue. Tuve el honor de recorrer los cultivos y dialogar junto a Leony durante varias horas. Esto propició una experiencia inédita en el recorrido de entrevistas que venimos realizando en el portal. No hubo grabación, no hubo apuntes. Aquí no habrá citas textuales, sino la expresión, lo más fielmente posible, de un recorrido por lo que fue, lo que es y lo que sigue siendo El Pantanoso, un lugar que merece ser visitado y conocido por quienes aprecian las percepciones sensoriales en su más refinada y amplia gama de propuestas.

Al viajar por la Ruta 76, llegando a Sierra de la Ventana, la Provincia de Buenos Aires se revela ante tanta descripción de llanura pampeana. En el estribo del cordón serrano de Ventania, aparece el casco de la Estancia El Pantanoso, de los más antiguos de la región, muy cercano a la ruta, ofreciendo un acceso seguro al mismo, más allá de las inclemencias climáticas. La historia del Pantanoso, se escribe en una simbiosis con la historia del país, en la que evolucionan en conjunto intercalando buenas y malas.  

Leony Staudt nos recibe muy amablemente y sin perder tiempo comenzamos el recorrido por sus cultivos. Abrir una tranquera, avanzar por un cuadro de cebada, llegar a la siguiente tranquera, atravesar cultivos de romero en flor, verlo, sentirlo en tus manos, inhalar, sentir el viento cargado de ese aroma tan especial.

Nuestros cultivos abarcan una gran superficie y en plena floración (noviembre, diciembre y parte de enero) se asemejan a un mar azul violáceo que emana un perfume único, dice Leony.

Atravesar el arroyo El Pantanoso, entre el ganado que se refresca en una calurosa tarde de fines de octubre, abrir más tranqueras para poder llegar al fin a la mayor plantación de Lavanda que existe en el país. Un campo de lavandas es una experiencia en sí, desde toda óptica y bajo cualquier cristal. 

Caminar un surco entre hileras de lavanda, con la descripción minuciosa, sentida, pasional, ilustrada de quien los soñó, es una experiencia sensorial en sí misma, añadimos los condimentos del tacto que nos regalan, al frotar las lavandas, su aceite esencial; inhalamos lo más profundo posible, como queriendo llevarnos algo de ese aroma directo al recuerdo; en definitiva, ver y oír un bello marco natural, donde el trabajo del hombre (como especie) lo modificó, embelleciendo aún más el entorno.

Hoy en día, luego del gran incendio en la zona serrana de 2018, donde se quemaron más de 25 mil hectáreas, (4 mil en el Pantanoso, más miles de metros de alambrado) ese triste episodio quemó muchos cultivos pero con la suerte, si es que se puede hablar de  suerte en estos casos, gracias a la intervención de toda la gente que trabajó desinteresadamente y los bomberos voluntarios de la zona, se salvaron las Lavandas. 

Llegaron a trabajar 120 hectáreas en cultivo de línea, las aromáticas que tenían eran orégano, tomillo, estragón francés, ajedrea, salvia, romero, melisa, hisopo, cedrón y lavandas. Hoy tienen tomillo, salvia, mucho romero y las lavandas. Todo esto bajo certificación orgánica de ArgenCert S.A. (del grupo EcoCert, certificadora internacional con sede en Francia). Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la estancia en su totalidad es un campo orgánico, los colmenares estratégicamente dispuestos así lo confirman. 

"Certificar Orgánicamente es producir en connivencia con la naturaleza, sin aditivos químicos" sostiene Leony

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Hoy, los campos de Lavandas en producción son alrededor de 35 hectáreas. La flor, se corta, se seca, se despalilla, se zarandea, para por fin comercializarla. Nuestros cultivos abarcan una gran superficie y en plena floración (noviembre, diciembre y parte de enero) se asemejan a un mar azul violáceo que emana un perfume único, dice Leony.

En estos tiempos están abocados al mercado interno, se vende la flor deshidratada, ya sea por kilo o por bolsa de 10 kilos, ventas minoristas y mayoristas. A su vez producen almohadillas con flor de lavanda, que ayudan a combatir el insomnio ya que tiene propiedades relajantes. También hacen almohadas que se llaman Chau Contracturas, que contienen lavandas, hierbas y semillas. Las “Chau”, una vez calentadas en el microondas durante un minuto y medio, se colocan sobre los hombros relajando y descontracturando de forma natural.  

Años atrás exportaban por contenedor completo, ya sean las flores de lavanda o un mix con hierbas y flores de lavanda. A raíz de una multiplicidad de factores esto no se pudo continuar, en principio el desdoblamiento cambiario es inconveniente para este tipo de proyectos, aquí la simbiosis que nombramos anteriormente, entre el país y la historia personal de cada emprendimiento productivo en nuestro territorio.

El hecho de Certificar Orgánicamente, implica que NO se utilizan agroquímicos, es un cultivo natural, esto conlleva mucho más mano de obra,  la maleza se combate de manera manual o mecánicamente.  La empresa ArgenCert los controla y visita todos los años, chequeando que no haya residuos de agrotóxicos en los productos. Es producir en connivencia con la naturaleza, sin aditivos químicos, sostiene Leony. 

Hamburgo se convirtió en el puerto donde las Lavandas de las Sierras inundaron con su aroma a toda Europa

La mirada que se tiene en estos tiempos sobre las buenas prácticas agrícolas, tuvo su génesis en El Pantanoso en el año 1992, siendo uno de los primeros clientes de ArgenCert. Gracias a esa certificación orgánica pudieron exportar durante más de 20 años, sobre todo a Europa y EEUU. Esto se logró con mucho trabajo, tenacidad y después de mucho tiempo, ir a ferias internacionales, dice Leony, quien habla desde la academia, desde las ganas de hacer, emprender constantemente, prueba y error, secretos bien guardados que no pueden publicarse en una nota pero seguro serán compartidos para quienes la visiten. Un viaje desde el surco campero, a la feria Internacional de Tokio, atravesar el puerto de Hamburgo e ingresar a Europa. 

Esta linda y efectiva experiencia de la exportación, comenzó en la niñez, en la familia se hablaba de las lavandas de Atkinson, en la zona de Coronel Suárez. Atkinson era la única colonia de lavandas que existía en la Argentina, rondando los años 40 (en Cura Malal se cultivó durante más de veinte años, la empresa Atkinson S.A. producía allí sus esencias). Luego llegó la posibilidad de viajar a Francia a la región sur, en la Provenza, con su marido Bertrand Laxague donde notaron que es un clima muy parecido al de las sierras bonaerenses y ahí se decidieron a probar. 

Dice Leony: siempre me gustó y eso fue el puntapié inicial y así fue que empezamos con Bertrand en el ‘89 con nuestros cultivos de lavandas y hierbas aromáticas, ¡Hace un montón!. La primera feria internacional fue en 1994 en el SIAL de París, viajando desde Argentina, con un producto nuevo, ni siquiera los saludaban, el segundo año ya se detenían un tiempo a preguntar algo y el tercer año ya comenzaron las ventas.

Exportar a Europa o EEUU lavanda orgánica, es un trabajo de larga data, hay que crear confianza, mantener la calidad del producto y sobre todo la palabra. Alemania es la puerta de entrada al mercado Europeo, Hamburgo se convirtió en el puerto donde Las Lavandas de las Sierras inundaron con su aroma a toda Europa. En esto Leony es tajante; Yo soy descendiente de alemanes y sé cómo piensan ellos, no soy una paracaidista. Conozco su idiosincrasia, ahí la avivada no funciona.

Fueron años muy buenos, la exportación se acabó y ahora estamos focalizados al mercado interno. Gente que elabora sus propios productos, que destila su propio aceite esencial, perfumes de ambiente, también se cocina mucho con lavanda, cosmética, spa relajante, es muy amplio, el año pasado en el primer año de pandemia se vendió como nunca en el mercado minorista. En los productos de limpieza se utiliza mucho la lavanda, hay mucho emprendedor utilizando lavanda; también vendemos a mayoristas en bolsas de 10 kilos, nos cuenta Leony.

EL TURISMO

Hoy el Pantanoso, entre la agricultura, la ganadería y el cultivo de las aromáticas, anexó el turismo. Una actividad complementaria que ofrece la estancia para quienes quieran descansar en un casco histórico, al ritmo que ofrece la ruralidad, con sus sonidos, sus aromas y colores deliberadamente en escena para disfrutar de la función.


Dos casas históricas del Pantanoso, fueron acondicionadas para recibir al turismo, la antigua casa del escritorio y la casa del encargado. De construcción muy sólida, buenas aberturas, muebles de época, aggiornadas a las necesidades actuales, una gran inversión pensando en el bienestar del huésped, hay internet en todo el casco, la capacidad es de 4 ó 5 personas en cada una de ellas. Como dice Leony: "es un lugar lindísimo y nos parece muy lindo poder compartirlo".

Otra de las opciones es la vieja matera de la estancia, una bellísima construcción de época, donde se juntaba a comer todo el personal rural, hoy convertido en un salón de usos múltiples, con capacidad para 30 personas sentadas. Un lugar ideal para compartir un asado. 

"...es un lugar lindísimo y nos parece muy lindo poder compartirlo" Leony

En el Pantanoso se realizan excursiones de trekking, ya hay varios grupos de la zona que visitan la Estancia, también se hacen excursiones de running, cicloturismo, además de las visitas a los campos de Lavanda, que en diciembre es una postal mágica. En diciembre, la lavanda en flor es una publicidad en sí misma; no importa que le pongas adelante, se vende sola, asegura Leony.


Uno de los tesoros más requeridos por los visitantes del Pantanoso, es lo que denominan “El camino del INCA”, se hizo en los años 30 bajo las directivas del tío del padre de Leony, Don Ricardo Staudt, era el dueño de dos campos: El Pantanoso y Peñaflor, en ese camino trabajaron 80 personas, queda gran parte de él y ahí se hacen excursiones. Un largo recorrido con una gran recompensa, llegar a la cima y ver todo el valle, el Cerro Tres Picos se impone al fondo queriendo salir siempre en la foto; el cordón serrano en toda su magnitud y el valle con sus cultivos.  

Para quienes quieran vivir la experiencia El Pantanoso, pueden comunicarse a través de los siguientes contactos: 

Instagram:  @lavandasdelassierras 

WhatsApp:   + 54  9 11  6705 1742    +  54  9 11 4147 2460

E-mail: [email protected] 

Guia: Juanjo Navarro Turismo de Naturaleza: Excursiones en 4 x 4 por Guía Turístico, especializado en fauna y flora local.

E-mail: [email protected]    

Av. San MArtín 699 Sierra de la Ventana

WhatsApp:   + 54 9 291 507 0319 

 

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