Ley de Maquinaria Agrícola, se trate o no, es una política de Estado
En Argentina la facturación anual en maquinaria agrícola tiene una importante presencia de productos importados, se estima que 7 de cada 10 lo son, más allá de las estadísticas y la frialdad de los números, la mayor preocupación de la industria local tiene que ver con la sanción de una Ley de Maquinaria Agrícola.
La norma en cuestión debería, en principio, determinar qué es efectivamente maquinaria agrícola de fabricación nacional, para poner un marco legal que lo determine y así poder diferenciarse de aquellas empresas que tienen estatus de fabricantes, pero son solo armadoras o ensambladoras.
Una vez entendido y determinado que es fabricación en contraposición de ensamble, se busca lograr financiación que priorice a los equipos de fabricación nacional. Lo que dejaría afuera de la financiación al 70 % de la maquinaria que se vende hoy en el mercado. Esta propuesta se enmarca en el pedido de la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), quienes pretenden replicar un esquema utilizado en otros países. Por ejemplo en Brasil se debe producir el 60% del producto, de lo contrario se lo considera importado, lo que conlleva a quedarse afuera del crédito.
Por otra parte, las 7 de cada 10 agro máquinas vendidas en la argentina, están nucleadas en la Asociación de Fábricas y Distribuidores Argentinos de Tractores (AFAT) donde revuelan interrogantes del tipo, ¿qué tipo de representatividad tendría una ley de maquinaria agrícola si la mayoría absoluta de lo que se vende hoy en el país es importado?; ¿El mercado local permite la fabricación de todo el abanico de maquinarias o bien se achica demasiado en determinados productos? ¿Qué sucede con los créditos para la compra?
La financiación para productores o contratistas rurales está por fuera de toda discusión, debería ser una de las políticas que no se tocan ante los eventuales cambios de gobierno, el parque de maquinaria agrícola está envejeciendo, junto con los reclamos. Quizás la nueva Ley de Maquinaria Agrícola, nos permita abrir el debate ante tanto interrogante, poner la mirada en el futuro y pensar un poco más allá de la coyuntura.
