Bahía San Blas: lo bueno y lo malo de vivir en "un lugar maravilloso" según el Concejal Ricardo Angos
Muchos turistas de todo el país e incluso de otras naciones ya consideran a la Bahía San Blas como su lugar en el mundo. Algunos empiezan a barajar la posibilidad de ir a vivir a la isla, pero ¿qué ventajas y desventajas tiene residir en la villa marítima?
El relato del concejal de Juntos, Ricardo Angos, amplía un poco el panorama a la hora de decidir tamaño cambio en la vida de una persona. Pues claro, si alguien vive en una ciudad grande, el cambio es impactante. El edil reside en San Blas desde hace muchos años, y lo señala como “un lugar maravilloso”.
“Me gusta cómo me desempeño con la naturaleza, pero también cómo se están criando mis hijas, que tienen la posibilidad de vivir lo que yo viví en el Patagones de hace 40 años atrás: el barrio en el que uno se crió”, dijo Angos.
En charla con FM de la Costa, el concejal resaltó de la bahía que “es muy bueno cómo se crían nuestros niños aquí” y allí hizo hincapié en algunos pros y contras: “Uno encuentra con que a los jóvenes o niños no encuentra cosas que sí les pueden dar la ciudad, como actividades culturales o deportivas, pero sí le puede dar un montón de cosas que la ciudad no puede brindar: esparcimiento, estar en contacto en la naturaleza, conocer gente cercana sin ningún problema… Es eso lo que tiene San Blas y a mí me gusta mucho”.
De hecho, sostuvo que “si yo invito a cualquiera a que haga una caminata matutina por el mar en esta zona, con un termo y unos mates o un café, le puedo asegurar que va a recargar pilas, va a recargar el aire y va a estar en contacto con una naturaleza que es maravillosa”.
Lo bueno y lo malo
Si bien se puede hablar de lo bueno y grato que es vivir en San Blas, también es verdad que uno de los conflictos más grandes que nuclea a la bahía desde hace muchos años es el camino que conduce hasta el lugar. Muchos fueron los accidentes en ese tramo y varias son las gestiones que se intentan realizar para solucionar la problemática.
Pese a todo lo que eso conlleva, Angos aminoró esta situación, claro, pensando en lo que implica para el residente de ese pueblo: “El camino es importante, entendiendo que es rural, pero es hasta el puente. Del puente hacia San Blas, una vez que llegás, lo dejás en segundo plano, pero uno se acostumbra al camino y sabe que a veces lo tendrá en mejores o peores condiciones”.
De acuerdo a las opiniones de vecinos y vecinas e incluso de turistas sobre la posibilidad de asfaltar el camino, expresó: “Creo que hay distintas miradas. Hace unos años notaba más gente que pedía el asfalto, y ahora algunos empiezan a preguntarse si cambiará o no”.
(FM de la Costa / Patagones a diario)
