LECTURA

Nosotros dos en la tormenta: Fragmento de la novela de Eduardo Sacheri

“Nosotros dos en la tormenta”, una ficción que se adentra en la historia de dos jóvenes militantes de organizaciones armadas en Argentina en 1975. La política, la violencia y la amistad en medio de un contexto atroz.

Cultura 08/07/2023 Hora: 11:03
Nosotros dos en la tormenta: Fragmento de la novela de Eduardo Sacheri
Nosotros dos en la tormenta: Fragmento de la novela de Eduardo Sacheri

Así empieza

“Nosotros dos en la tormenta”

 (Fragmento)

Antonio se descuelga del colectivo un poco antes de que frene del todo, como hace siempre. Alza la vista y ahí están: la Base Aérea de Morón, la garita y los dos milicos que montan guardia con los fusiles FAL en posición de descanso y que, depuro aburridos, se lo quedan mirando, aunque más no sea porque no hay otra cosa que mirar. Antonio cruza la avenida, alejándose y sintiendo los ojos de los soldados en la nuca. Zigzaguea entre los autos, porque a esa hora hay mucho tránsito y el semáforo lleva semanas descompuesto.

A quién se le ocurre, piensa Antonio una vez más, instalarla casa operativa de la Unidad Básica de Combate a doscientos metros de una base militar. Es un sinsentido. Una provocación inútil. Lo dijo en la reunión en la que se les informó la novedad. Y sus superiores lo tildaron de timorato, neurótico y apocalíptico. Ojalá se hubiese callado. Pero en fin. Es tarde para lágrimas. Aparte, una mancha más qué le hace al tigre.

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A medida que camina las dos cuadras, alejándose de la avenida Pierrastegui, se apagan casi todos los sonidos. Queda algún pájaro. Algún televisor encendido. Dentro del barrio, son pocos los autos. Es tan grande la quietud, que se escucha el crujir de las hojas secas debajo de sus pies.

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 Montoneros.
En el instante mismo en el que golpea la puerta de chapa—dos golpes breves, una pausa, un golpe más— repara en que, otra vez, omitió asegurarse de que nadie lo estuviese siguiendo. Al final van a tener razón esas evaluaciones que le hacen últimamente. Oye cómo el Mencho se acerca a abrirle, caminando por el largo pasillo. No necesita verlo para saber que es él. El tintineo del llavero, la carraspera perpetua y el silbido lo delatan.

El Mencho acciona las dos cerraduras y el pasador, abre la puerta, lo hace pasar, cierra de nuevo. Antonio lo sigue por el largo pasillo de paredes altas que, entre las dos casas linderas, avanza hasta casi el centro de la manzana. En eso los responsables de la Unidad sí se lucieron. Es difícil acceder a la casa operativa desde la calle y, al mismo tiempo, si hace falta una evacuación de emergencia, las condiciones son excelentes: detrás de la casa hay otro patio, de medianeras bajas que permiten escapar en cualquier dirección, saltando tapias, y salir a través de las casas vecinas hacia las calles adyacentes. Al final del pasillo el Mencho golpea la puerta con el mismo código y le abren de inmediato.

Antonio saluda a los presentes y ocupa su lugar. Por el modo en que todavía se escucha algún murmullo, por la manera en que los cuerpos buscan el mejor modo de amoldarse a esas sillas incómodas, porque recién ahora Claudia saca la pava de la hornalla y apaga el fuego, Antonio concluye en que llegó justo a tiempo, antes de que comenzara la reunión. Se felicita por eso. Ganarse una reprimenda por algo tan nimio como una impuntualidad sería lamentable. Mejor, piensa con un resto de ironía, que se guarden la próxima reprimenda para algo que tenga más sentido.

—Bien, compañeros —el aspirante Santiago toma la palabra—, el orden del día indica que tenemos que hacer un balance de la experiencia electoral que el Partido Auténtico protagonizó en Misiones, y del que nuestra Unidad Básica de Combate participó con correcto desempeño. La Conducción Nacional bajó el documento que les hicimos llegar antes de ayer y que espero que hayan tenido tiempo de analizar.

Obedientes, todos sacan sus copias. El Puma Igarzábal va más allá. Con la yema de los dedos y movimientos primorosos, inhabituales en él, alisa las esquinas del papel, plancha sus posibles dobleces. El aspirante Santiago —eso Antonio lo detecta con claridad— le dedica al Puma un rápido vistazo y, a juzgar por cómo traga saliva, identifica el sarcasmo escondido en esos gestos armoniosos.

—Creo que lo que queda claro, luego de la lectura del documento de la Conducción Nacional —la voz de Santiago, que nunca es demasiado segura, tiene un registro más endeble de lo habitual—, es que la experiencia de ensayo electoral que el Partido Peronista Auténtico protagonizó en Misiones superó las expectativas de Montoneros. En todos los órdenes.

Mientras escucha lo que Santiago tiene para decirles, Antonio mira al resto de los presentes. Claudia, a la derecha del aspirante, tiene los ojos fijos en su copia. El Mencho y el propio Antonio están a la derecha. De frente a Santiago —y no es casual que elija siempre sentarse frente a él, casi como undesafío— el Puma Igarzábal sigue alisando las esquinas de la suya. Tampoco es que Santiago esté diciendo nada novedoso. El Partido se jugó una carta fuerte con eso de las elecciones para gobernador en Misiones. Llevan meses en la clandestinidad, y el gobierno de Isabel Perón los tiene entre ceja y ceja. El Brujo López Rega y la derecha sindical han salido a cazarlos como conejos. Y en medio de ese panorama adverso, la Conducción Nacional de Montoneros se lanzó a la patriada de pelearles la gobernación de Misiones.

Sinopsis

Amistad, política y violencia en una Argentina feroz. Durante el dramático año 1975, dos jóvenes amigos se involucran en actividades revolucionarias poniendo su vida en peligro. -A vencer o morir, como dicen ustedes.-¡Más bien que a vencer o morir!-¿Y no pensaste qué pasa si no vencemos? ¿Estás seguro de que preferís morir?-¡No, porque vamos a vencer!-¿Y si no?-¡Si no, nada, porque vamos a vencer, te digo!

Corre 1975 y dos jóvenes integrantes de distintas organizaciones armadas mantienen su amistad de toda la vida reuniéndose como pueden, en los intersticios que les permiten sus actividades revolucionarias. Nosotros dos en la tormenta cuenta el día a día de dos militantes, de dos células, de sus acciones violentas y de aquellos que se ven afectados por estas: las víctimas y sus familias, pero también los seres queridos de los propios guerrilleros.

Es la historia del entusiasmo y las dudas, del arrojo y la rivalidad, del encandilamiento que provoca fijar la vista sin descanso en un sol brillante e imperioso, de la dinámica enloquecida de una época turbulenta, donde el tiempo jugará en contra de todos y le abrirá camino al poder de la muerte. Inquietante, conmovedora y cercana, esta novela nos retrotrae a la década del setenta de un modo nuevo: sin esquivar las paradojas y descubriendo a los seres humanos cobijados bajo las banderas de los apasionamientos políticos más extremos.

 

Acerca de Eduardo Sacheri

Eduardo Sacheri nació en Buenos Aires en 1967. Es profesor y licenciado en Historia, guionista y escritor. Publicó toda su obra en Alfaguara: los libros de relatos Esperándolo a Tito, Te conozco, Mendizábal, Lo raro empezó después, Un viejo que se pone de pie, Los dueños del mundo y la antología La vida que pensamos; los dos volúmenes que reúnen las columnas escritas para la revista El Gráfico -Las llaves del reino y El fútbol, de la mano-, y las novelas La pregunta de sus ojos, Aráoz y la verdad, Papeles en el viento, Ser feliz era esto, La noche de la Usina (Premio Alfaguara de Novela 2016), Lo mucho que te amé y El funcionamiento general del mundo.

La pregunta de sus ojos fue llevada al cine por Juan José Campanella como El secreto de sus ojos, film distinguido con el Oscar a la mejor película extranjera (2010) y cuyo guión estuvo a cargo de Sacheri y Campanella. Aráoz y la verdad fue adaptada al teatro. Papeles en el viento fue filmada por Juan Taratuto y La noche de la Usina tiene su versión cinematográfica con el título La odisea de los giles, dirigida por Sebastián Borensztein. En 2022, publicó Los días de la revolución. Una historia de Argentina cuando no era Argentina. (1806-1820), el primero de sus libros de divulgación histórica. Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas. También trabaja en radio, televisión y medios gráficos nacionales e internacionales.

 

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