Escritores vs. Inteligencia Artificial: Piden que dejen de plagiarlos y paguen por sus derechos de autor
Los escritores del Gremio de Autores lanzaron una carta para advertir que los nuevos proyectos de IA explotaron sus obras sin su consentimiento y sin pagarles por ello
Desde la aparición de aplicaciones como ChatGPT, la tecnología tiene el atributo de escribir artículos o libros, componer música, representar imágenes a toda velocidad y hasta recrear la voz o la escritura de un artista fallecido. Eso que durante tanto tiempo pareció ciencia ficción y anticiparon series como "Black Mirror", ya es una realidad. Y los riesgos para el sector son grandes, porque se está sustituyendo la labor de muchos actores culturales por la inteligencia artificial (IA).
En este sentido, el avance sin regulación de las nuevas tecnologías que ponen a disposición de millones de usuarios programas que permiten "clonar" modelos de escritura propios o ajenos, llevaron a que autores como Margaret Atwood, Jonathan Franzen y Nora Roberts, así como el Gremio de Autores, difundieran una carta abierta dirigida a las compañías que pusieron en circulación estas facilidades para advertir que los nuevos proyectos de IA explotaron sus obras sin su consentimiento y sin pagarles por ello.
"Estas tecnologías imitan y regurgitan nuestro lenguaje, historias, estilo e ideas. Millones de libros, artículos, ensayos y poesías protegidos por derechos de autor proporcionan el 'alimento' a los sistemas de IA, comidas interminables por la que no se nos ha pasado factura", señalan en el comunicado firmado por la mayor organización de escritores en Estados Unidos.
Justo a esos nombres más reconocidos se encuentran muchos otros autores que también participan de la carta abierta dirigida a los CEO de OpenAI, Meta, IBM o Microsoft para alertar sobre los riesgos, trampas y atropellos de los programas de IA que estas empresas lanzaron en los últimos meses, según señaló el diario ABC.
Todo esto ocurre gracias a un trabajo informático: la minería de datos, que durante años fue descomponiendo reglas y descifrando patrones de escritura en obras protegidas por derechos de autor; es decir, cuya reproducción y explotación debe ser remunerada. Las compañías acusadas por los escritores estadounidenses no solo no pagaron los montos correspondientes, sino que también obtuvieron recompensas de libros colgados en sitios web de piratería. “La IA generativa amenaza con dañar nuestra profesión inundando el mercado de libros, relatos y periodismo mediocres, escritos por máquinas y basados en nuestro trabajo”, advirtieron.
Los escritores decidieron unirse al rechazo de las nuevas tecnologías por parte de los actores del cine y la televisión, nucleados en SAG-AFTRA, quienes no llegaron a un acuerdo la semana pasada y decidieron sumarse a la huelga que ya llevaban a cabo los guionistas desde hace meses a través de un paro histórico: no había una doble huelga en la meca del cine desde 1960.
Carta de los escritores contra la IA: reclamos
La carta aporta un dato preocupante: en la última década, los autores sufrieron un descenso del 40 por ciento en sus ingresos. Los escritores a tiempo completo ingresaron en 2022 una renta media de 23.000 dólares, muy poco para los estándares estadounidenses. "La introducción de la IA amenaza con inclinar la balanza para hacer aún más difícil, si no imposible, que los escritores - especialmente los jóvenes y las voces de comunidades infrarrepresentadas - se ganen la vida con su profesión".
Por eso, los escritores norteamericanos reclaman, en primer lugar, que las empresas que están desarrollando sistemas de IA generativa les pidan permiso por utilizar sus contenidos protegidos por derechos de autor.
Además, piden que les compensen por el uso pasado y presente de sus obras. Hace unos días, OpenAI -la creadora del chat GPT- sentó un precedente, cuando anunció un convenio con Associated Press para incorporar las noticias de la agencia a su minería de datos.
Este escrito del Gremio de Autores se une al que presentó en abril el Consejo Europeo de Escritores, que representa a 46 organizaciones profesionales de 31 países. Las reivindicaciones eran las mismas: “Durante años, las obras profesionales de los más de un millón de escritores de libros de todos los géneros del sector europeo han sido cosechadas sin consentimiento y sin remuneración para desarrollar productos de software competidores de la llamada IA”.
A juicio de los autores europeos, los resultados de esta nueva tecnología “no tienen nada que ver con la inteligencia cognitiva, emocional y creativa en la que se basan todas las obras de arte, cultura y literatura”. “No hay nada fundamentalmente inteligente en el proceso. [...] Son una devaluación de la originalidad única de las obras elaboradas por el intelecto y la habilidad humanos”, añadieron.
Paro de actores de Hollywood
“Los estudios y los servicios de streaming implementaron cambios unilaterales masivos en el modelo comercial de nuestra industria, mientras que al mismo tiempo insisten en mantener nuestros contratos congelados en ámbar”, aseguró el director ejecutivo nacional de SAG-AFTRA, Crabtree-Ireland, en un comunicado.
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La cuestión principal es el uso de la inteligencia artificial. Según un informe de The Hollywood Reporter, el actor Tom Cruise se unió a una sesión de negociación en junio para discutir las preocupaciones sobre el uso de la IA para sustituir a los actores y para hablar en apoyo de los dobles de acción, que también forman parte de los 160.000 miembros de SAG-AFTRA. El protagonista de la saga “Misión Imposible” realiza sus propias escenas de riesgo.
SAG-AFTRA no respondió a una solicitud de comentarios sobre el reporte y un representante de Tom Cruise declinó hacer comentarios.
El viernes pasado, SAG-AFTRA se unió oficialmente a la huelga contra la Alianza de Productores de Cine y Televisión, sindicato que representa a los mayores estudios cinematográficos y servicios de streaming de Hollywood.
Los actores de Hollywood se unieron a los 11.000 guionistas miembros del Writer's Guild of America que llevan en huelga contra la AMPTP desde principios de mayo. Es la primera vez en 63 años que tanto guionistas como actores están en huelga.
“Su negativa a comprometerse con nuestras propuestas clave y la falta de respeto fundamental mostrada a nuestros miembros es lo que nos llevó a este punto. Los estudios y las plataformas de streaming subestimaron la determinación de nuestros miembros”, agrega el escrito. Fran Drescher, exestrella del histórico programa de televisión "La niñera" y ahora presidente de SAG-AFTRA, calificó las respuestas de los estudios a las preocupaciones de los actores como "insultantes e irrespetuosas".
Aunque las negociaciones entre los actores y los estudios de Hollywood se enfrentan a varios puntos conflictivos en relación con la remuneración justa, el debate sobre el uso de la IA en la televisión y el cine es sin duda uno de los más existenciales y polémicos.
(BAE)
