“Si se abren las fronteras de manera deliberada, puede ser un industricidio”
Enrique Bertini, presidente de la cámara que nuclea a los fabricantes de maquinaria agrícola argentinos, advirtió sobre el riesgo de liberar las importaciones y el impacto negativo que genera la falta de líneas de créditos para la actividad
Por Andrés Lobato
Con la campaña gruesa que comienza a ingresar en zona de definiciones y la planificación de la siembra fina 2024/25, uno de los rubros que los contratistas buscan reforzar es la compra de maquinaria agrícola.
El escenario no es el mejor para este rubro, a partir de la falta de líneas de créditos para los fabricantes, más allá de las ofertas puntuales que existen en las grandes exposiciones agropecuarias.
En esos eventos, las empresas preparan carpetas y cierran negocios, pero se trata de una tendencia cada vez más aislada y que repercute en la actividad.
Un dato en esta dirección es que desde el sector de contratistas, reconocen que el parque de maquinaria agrícola atrasa unos 15 años, a diferencia de sus colegas de otras latitudes no tan lejanas.
Enrique Bertini, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), analizó la actualidad de esta cadena de valor, las perspectivas para los próximos meses y la preocupación que existe entre los fabricantes argentinos ante la posibilidad de una apertura de las importaciones.
-¿Cómo llegan las fábricas, pensando en la campaña agrícola que viene?
-Estamos pasando por un momento bastante crítico las empresas del rubro mecánico, porque bueno, las ventas no son tan fluidas como necesitamos que sean para este momento. Pero tenemos factores mas alentadores, como la buena cosecha de maíz, tuvimos una buena campaña de trigo, tenemos un cultivo de soja espectacular y llueve en todo el país. Con respecto a la parte comercial, ya tuvimos una exposicíón y vamos a estar en la segunda, así que en teoría tendríamos que estar entrando a un círculo virtuoso de negocios. Hubo mucha gente, muchos presupuestos, se hicieron muchas carpetas y el sistema financiario acompañó con créditos en pesos y dólares, pero no se han monetizado según las expectativas
-¿Como impacta el actual escenario ecónomico a la hora de buscar financiación?
-Vemos que el crédito para el esquema económico planteado por este Gobierno todavía no está en su nivel o en su justo lugar, porque proponen bajar a un dígito a la inflación y todos estamos esperanzados de que así sea. Pero tenemos líneas de crédito de dos dígitos a tres años, entonces no resulta atractivo para ni para el productor ni para el contratista. Hay mucho más entusiasmo por los créditos en dólares a tasas bajas que por las líneas en pesos.
– ¿Como ves la evolución de las líneas de financiamento en los últimos años?
– Antes veníamos de un esquema económico que consistía en trabajar con líneas de créditos subsidiada con un poco de inflación, pero ahora el esquema es totalmente diferente. Este paradigma tal como veníamos, no lo podemos trasladar. Ahora hay que pensar distinto, porque la situación planteada del punto de vista económico totalmente diferente. Los propductores agropecuarios votaron un modelo en el cual las retenciones se tienen que ir retirando, por lo cual dejaría más rentabilidad y de ese modo, el crédito sería un paliativo en casos puntuales. Esperemos que esto sea realidad lo más pronto posible.
-¿Como es la realidad diaria en las fábricas argentinas de maquinaria agrícola?
-Estamos produciendo poco, porque tenemos un gran stock de mercadería terminada pero los insumos son caros. No tenemos ventas, entonces no podemos reponer la cantidad de insumos necesarios para seguir produciendo como si estuviéramos vendiendo. No hay una situación de cierres de plantas, el capital humano es lo más importante que tiene una empresa, entonces es lo último que el industrial se quiere desprender.
-¿Cual es el rol de los mercados externos en este momento?
-Pueden llegar a ser un paliativo para algunas fábricas, en este momento no podemos competir en el mundo por la asímetría que se genera a partir de los costos elevados que tenemos a nivel interno. Otro problema es que si realmente se abren de manera deliberada las fronteras no estamos en condiciones de competir, puede ser un industricidio generalizado. En el caso de los mercados externos, si llevamos el paquete tecnológico de siembra directa si somos competitivos, porque llevamos todo un know how que otras empresas del mundo no pueden ofrecer.